viernes, 20 de diciembre de 2019

Vocación y compromiso social para lograr la (trans)formación del Otro. (Entrevista a Mateo Labanchi Alurralde)


En este nuevo año escolar/académico en el que esperamos seguir reflexionando, seguir discutiendo y seguir (trans)formándonos como docentes (cada vez) más facilitadores de aprendizajes (cada vez) más significativos en nuestres estudiantes (cada vez) más autónomes; tendremos una entrada nueva el último Martes de cada mes y, para no aburrirnos entre una y otra, nos invitamos a (re)leer, cada día, una de las entradas publicadas los años anteriores. Para quienes no las leyeron, éstas podrán ser un (nuevo) disparador para la reflexión y el análisis y para quienes sí, es probable que las (re)pensemos desde otro lugar y nos inviten a, (nuevamente) pero de otra manera, reflexionar sobre nuestras prácticas y los aprendizajes.

La siguiente entrada fue publicada el Martes 20 de Noviembre de 2018:


En sus primeras reflexiones, Mateo trae la idea de “vocación” y la propuesta del docente guía y nos invita a “ponernos la vara bien alta” en ese intento transformador.

  • Mateo, ¿Qué es para vos “ser docente”?
  • Pregunta difícil, no creo que haya una respuesta única. Hoy en día tanta gente se dedica a la docencia, incluso sin una formación pedagógica, sólo académica (que no implica ser mal docente); pero es poca la que tiene vocación de docente. Esa palabra me parece muy importante: “vocación”. Tener vocación por la docencia es lo que te define como docente. ¿Vocación de qué? Yo lo asocio a la vocación de enseñar, lógicamente, pero también de transmitir, de buscar generar una transformación en el otro. Un docente es alguien que, tomando el papel de guía, te marca de algún modo. Los docentes que te marcan son los que lograron ayudarte a mostrar una mejor versión de vos mismo y es por eso que quedan en nuestra memoria.

  • ¿Cuáles son tus objetivos/propósitos/expectativas de logros cuando comenzás una cursada?
  • Varios. Siempre comienzo con altas expectativas. Creo que uno tiene que ponerse la vara bien alta. El fracaso no pasa por no cumplir el objetivo al final de la cursada sino por no haberlo intentado, habiendo hecho todo lo posible para alcanzarlo. Obviamente uno siempre aspira a que los estudiantes aprueben la materia, ya que es el objetivo de la mayoría de ellos y uno quiere que lo cumplan. En lo personal mi objetivo es generar algo positivo en ellos, que se lleven algo más que el “aprobado”. Que recuerden la cursada como una buena etapa de su vida, de la cual sientan que se fueron mejor de lo que llegaron, y haber sido partícipe activo de esa transformación.

A la hora de pensar en las características que deberíamos tener les docentes, Mateo prioriza el compromiso social y la habilidad para construir vínculos con les estudiantes y para escucharles adecuando las propuestas didácticas a sus intereses y motivaciones.

  • ¿Qué características creés que debería tener un docente para ser mejor como facilitador de los aprendizajes de les estudiantes?
  • Cada docente tiene sus propias marcas, tanto personales como de trayectoria. Pero sí creo que lo que no debería faltarle a ningún docente es un fuerte compromiso social y para con la educación; no dejar de lado la realidad que se vive en torno al ámbito educativo y dentro de éste, llevarla al aula, trabajarla, aplicarla. Si el docente pretende que el estudiante viva un proceso de transformación en la cual se vuelva un sujeto más pensante y más crítico es indispensable que lo haga en pos de la realidad en la cual se desenvolverá en un futuro, para comprometerse con la misma, querer cambiarla, mejorarla. Darle ese contexto motiva mucho al estudiante y facilita el aprendizaje. Otra característica importante que he visto que facilita mucho el aprendizaje es el compromiso del docente con la generación de un vínculo, generalmente ocurre como característica personal más que como profesional. Preocuparse por la situación personal y académica del estudiante, de su trayectoria durante la cursada, tener en cuenta su opinión sobre los métodos de enseñanza.

Cerrando la entrevista, Mateo nos recomienda los capítulos de “Escuela de maestros” y un texto del siempre provocador y movilizante Pablo Gentili, retoma la cuestión del compromiso social y la necesidad de “contextualizar” la tarea docente y cita a Darío Sztajnszrajber para volver sobre la idea de una Educación que busca la transformación de las personas.

  • Si tuvieras que recomendarle a otr@s docentes la lectura de un libro, una canción, una película o algún video, ¿qué nos recomendarías y por qué?
  • Los capítulos de “Escuela de maestros” de Educ.ar y el texto “Un Zapato perdido o cuando las miradas saben mirar” de Pablo Gentili. Ambos conocidos gracias a mi madre María Belén Alurralde, docente de nivel primario a quien admiro profundamente. Los elegí porque ambos remarcan la importancia de la educación como estandarte en la lucha contra la desigualdad social y lo vital que es en las zonas más marginadas de nuestro país. Una persona muy cercana me dijo una vez “siempre sostuve una teoría. Que los mejores maestros y maestras son los de las escuelas pobres”. Al principio me chocó un poco, me pareció que la frase dejaba afuera a muy buenos docentes. Pero después pensé “sí, muy buenos docentes pero con objetivos distintos”. Ahí entendí que aquella persona tenía muy en claro cuáles deberían ser los objetivos de la educación y de los docentes, y entonces su teoría pasó a tener mucho más sentido.

  • ¿Cuáles son y cuáles “deberían ser”, en tu opinión, los objetivos de la Educación?
  • Espero que esos objetivos se hayan dejado ver a lo largo de esta entrevista, pero está bueno pasar en limpio el borrador y cerrar con eso. Por mi edad y por mi corta trayectoria docente me gustaría centrarme más en cuáles “deberían ser” los objetivos, entendiéndose como parte de un proyecto a futuro, que espero me encuentre como docente y partícipe. Sin dudas, en mi opinión, los objetivos de la educación deberían ser la equidad, la igualdad y la formación de personas con una mente más crítica y pensante. Citando a Darío Sztajnszrajber: “creo que la función docente cada vez menos tiene que ver con los contenidos y cada vez más con provocar un acontecimiento educativo que es otra cosa, que es inspirar a que los estudiantes busquen su propia transformación”. La educación debe ser el camino por el cual las personas puedan adquirir conocimientos que les permitan tener las mismas posibilidades, teniendo muy en claro que no todos comienzan ese camino de la misma manera. Vuelvo a insistir, el docente y la educación no pueden ser ajenos a las realidades sociales de la población que pretende educar. Deben contagiar en la población la idea de que la educación es la mejor herramienta que tiene la sociedad para vencer las barreras socioeconómicas que hoy en día se han marcado tanto. Siempre recuerdo la frase de un docente que estimo y admiro muchísimo y que sin dudas marcó mucho mi carrera docente: “no tenemos que formar profesionales veterinarios que produzcan más, sino que aprendan a distribuir mejor”.

Mateo Labanchi Alurralde es estudiante de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires, ayudante de segunda de la cátedra de Química Biológicaconcurrente de la cátedra de Clínica de Rumiantes y pasante del Tambo de Pequeños Rumiantes de dicha facultad.

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