Bienvenid@s de vuelta al
Blog!
Mientras iniciamos un nuevo año
escolar/académico en el que esperamos seguir
reflexionando, seguir discutiendo
y seguir (trans)formándonos como
docentes (cada vez) más facilitadores de aprendizajes (cada vez) más
significativos en nuestr@s estudiantes (cada vez) más autónomos; nos invitamos a releer, cada día, una
de las entradas publicadas los años anteriores,
como forma de volver a “ponernos” en tema. Para l@s que no las leyeron, éstas
podrán ser un (nuevo) disparador para la reflexión y el análisis y para los que
sí, es probable que las (re)pensemos desde otro lugar y nos inviten a,
(nuevamente) pero de otra manera, reflexionar sobre nuestras prácticas y los
aprendizajes.
La siguiente entrada fue publicada el Martes 12 de Mayo de 2012:
Ell@s son “l@s otr@s”, y
nosotr@s?
Seguimos con las autocríticas y la reflexión
sobre lo que pensamos, lo que decimos y lo que hacemos… La verdad es que no
deja de llamarme la atención (y de preocuparme un poco) cada vez que escucho
colegas docentes quejándose de sus estudiantes. No me van a decir que no les
pasa? Es habitual escuchar quejas como: “L@s
estudiantes no leen”, “L@s
estudiantes no estudian”, “L@s
estudiantes no participan”, “L@s
estudiantes no están motivados”, “L@s
estudiantes no se esfuerzan lo suficiente” o “L@s estudiantes no aprenden”…
Un par de cuestiones que me parecen interesantes
para empezar el análisis.
Primero, ¿y l@s docentes? ¿L@s docentes leemos mucho?
¿L@s docentes estudiamos mucho? ¿L@s docentes estamos (lo suficientemente)
motivados? ¿L@s docentes nos esforzamos lo suficiente? ¿Qué aprendemos l@s
docentes?
Segundo, ¿quién nos dijo que esas afirmaciones son
así?
¿Por qué suponemos que l@s estudiantes no leen? ¿Les
preguntamos si leen? Si no leen, ¿les preguntamos por qué? ¿Nos preguntamos de
qué manera favorecemos o propiciamos la lectura? ¿Sólo diciéndoles “tienen que
leer”?
Cuando
decimos que l@s estudiantes no participan, ¿en qué nos basamos? ¿En que no “participan”
en aburridas exposiciones monológicas? ¿En que no encontraron (aún) la forma de
interrumpir la clase magistral en la que supone que deben escuchar y tomar
apuntes? ¿En que no se engancharon con una actividad que nada tiene que ver con
sus intereses o motivaciones personales o grupales?
¿Quién nos dijo que no estudian? ¿Suponemos que no
estudian porque no pudieron responder (de la manera que a nosotr@s nos
gustaría) esas tres preguntas mal formuladas de una evaluación que se supone que
evalúa los aprendizajes de contenidos de la materia? Y los más importante, “L@s
estudiantes no aprenden”, ¿qué no
aprenden? y, asumiendo lo errado de esta afirmación: ¿qué sí aprenden?
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