El pasado Martes 23 de Agosto se llevó a cabo en
la Universidad Metropolitana para la
Educación y el Trabajo (UMET), el Seminario
de Innovación Educativa “Relatos y Experiencias: los cambios y las
transformaciones son posibles en la Universidad”. A priori la idea del Seminario,
los títulos de las charlas y la presentación de conferencistas de la talla de Darío Sztajnszrajber, Mariana Maggio o Daniel Filmus, nos permitían imaginar un escenario fértil para la (trans)formación individual y colectiva,
sobre la que tanto insistimos desde este (intento de) espacio de comunicación.
El objetivo de esta entrada (en dos partes para
que no se haga tan larga) es contarles algunas ideas (por supuesto sesgadas y
recortadas según nuestros intereses, nuestra trayectoria y nuestros
posicionamientos) sobre las que se reflexionó en el Seminario que estuvo a cargo de las especialistas Laura Marés y Mayra Botta y fue presentado por Nicolás Trotta y Laura
Sirotzky, Rector y Secretaria Académica, respectivamente, de la UMET. Párrafo aparte merece el hermoso teatro de la Universidad en el que se realizó el evento y el hashtag #InnovaUMET que, gracias al aporte de
tod@s, se convirtió en Trending Topic en Twitter.
Lo primero que aparece como reflexión es la alegría de saber que hay mucha gente
haciendo muchas cosas y much@s docentes preocupad@s no sólo por incorporar
tecnologías en la enseñanza (¿y en los aprendizajes?) sino también por
reflexionar sobre el impacto que la incorporación de tecnologías tiene en
nuestras prácticas. También es interesante romper
un poco con esa lógica de docentes que nos juntamos en Congresos de Educación a
reflexionar sobre “lo mal que está la Educación”. En la mayoría de los
Congresos de las demás disciplinas se juntan para mostrar sus éxitos y sus
logros y ni se les ocurriría presentar todas las experiencias que no resultaron
como esperaban. Si bien tenemos nuestros reparos sobre el hecho de pensar en la
Educación como la causa y la solución (vaya paradoja) de todos los problemas de
la sociedad y a pesar de ver con buenos ojos nuestra “clásica autocrítica
docente”, celebramos que en estos encuentros también nos hagamos lugar para compartir aquello que sí nos está
funcionando para cumplir con determinados objetivos o para reflexionar sobre los supuestos que
subyacen a nuestras prácticas.
Ahora sí, nos metemos con las reflexiones más
interesantes o más “radiales”, en términos de haber sido abordadas (desde
diferentes lugares) por vari@s de l@s disertantes, indicando que son cuestiones centrales del debate actual
sobre la incorporación de las (ya no tan) nuevas tecnologías de la información
y la comunicación (TIC) en la
Educación Superior. Si bien las dos palabras más repetidas a lo largo del Seminario fueron “tecnología” y “Educación”,
la tercera fue “aula” y la idea tal vez más recurrente fue la de “la
existencia/presencia de un Otro”. Desde este humilde espacio, que pretende
semanalmente invitar a la reflexión, nos alegramos profundamente de estas dos
últimas cuestiones, ya que estamos convencid@s de que las reflexiones sobre la tarea docente, sobre los (nuevos) modos de
aprender, sobre las políticas educativas, no pueden desconocer “lo que efectivamente
(no) pasa en las aulas”, más allá de que éstas muten, cambien (influenciadas
por las tecnologías o no) o ya no sean (afortunadamente) lo que alguna vez
fueron. También consideramos que todo lo
que hace a nuestra práctica docente y, por ende, a los aprendizajes de nuestr@s
estudiantes está determinado por una cierta manera de construir al Otro y de
darle al Otro “un lugar”. En este sentido, fueron muchos los momentos de
las presentaciones de los disertantes en que sentíamos estar en un seminario de
“Antropología Educativa” (tal vez “mediada por tecnologías”), por llamarla de
alguna manera.
En este sentido, Darío Sztajnszrajber nos
invitó a preguntar(nos) sobre la
relación entre tecnología y Educación, no en términos prácticos sino de
razón de ser, en términos filosóficos. El
conocido filósofo nos propuso pensar a las tecnologías (también) como “un Otro”,
al afirmar que “nuestra relación con la
tecnología es una relación de otredad”. Mariana Maggio profundizó su idea de “enseñanza poderosa” pero enfatizó la cuestión de la selección de
los problemas (¿problemas de los Otros?) al afirmar que “el problema es el problema que está afuera,
en la sociedad”. Daniel Filmus relató experiencias que explican parte del marco
normativo y de la transformación ocurrida en la última década pero aclaró que a pesar de cambiar leyes y normativas (y
de incorporar equipos o libros), “cambiar
las prácticas cotidianas en el aula no es tan fácil”. Tal vez parte de la
respuesta a esa “preocupación” por lo que efectivamente (no) pasa en las aulas
la dio Darío Sztajnszrajber al sentenciar (durante su inspiradora presentación)
que “el aula ha muerto”. Al menos ha
muerto el aula pensada en términos tradicionales. Según el filósofo, ahora “todo es aula, un grupo de Whats App es
aula, un programa de TV es aula”. Esto nos obliga a repensar la Educación,
a repensar nuestras propuestas de enseñanza, a repensar los modos de aprender
de nuestros estudiantes y a preguntarnos por el Otro y por “el aula”. Una posible pregunta sería: ¿Cómo pensar un aula que se sobrepasa a sí
misma y rompe sus paredes?
La idea es profundizar estas (y otras) cuestiones
y contarles algunos ejemplos de lo propuesto en el evento pero para eso habrá
que esperar a la entrega de la semana que viene, porque esta entrada…
CONTINUARA…