En
este 2014 el Blog espera, una vez más, incorporar nuevas maneras de reflexionar
sobre la Educación y los aprendizajes. Además de las (ya
habituales) notas de opinión, de las entrevistas (a docentes y estudiantes) y
de los textos escritos en colaboración, queremos
incorporar textos que reflexionen sobre “cómo aprendemos”.
Como
dijimos en una entrada anterior, pareciera ser que much@s docentes creemos (con las mejores intenciones) que debemos ser
facilitadores de los aprendizajes y obramos o creemos que obramos (en
consecuencia) con el objetivo de que nuestr@s estudiantes aprendan.
Sin
embargo, no tenemos muy en claro “cómo
se aprende”, qué hacen nuestr@s estudiantes para aprender, cómo hacen
nuestr@s estudiantes para aprender los contenidos (disciplinares, actitudinales
y de procedimientos) de nuestras materias.
Es
por eso que nos proponemos darle una vuelta de tuerca a esta reflexión a partir
de relatos, en primera persona, que den
cuenta de cómo aprendemos o cómo aprenden l@s estudiantes, con el objetivo
de ser mejores facilitadores de esos aprendizajes (cada vez más significativos)
en nuestr@s estudiantes, cada vez más autónomos. En este caso la reflexión es a
partir del relato que gentilmente escribió Agostina
Chloé Petrinelli *.
Cuando
Agos reflexiona sobre cómo aprende contenidos académicos
empieza recordándonos que no se estudian
(ni se aprenden) igual contenidos disciplinares diferentes: “Desde mi experiencia puedo decir que las materias que
eran para ‘leer’ que no me resultaban nada fáciles en el secundario no me
costaba entenderlas en la Facultad; pero las exactas fueron al revés. Quizá
porque ya no era algo mecánico sino que todo se basaba en gráficos, ecuaciones
y en la lógica”. Agos
recuerda algo que l@s docentes no debemos dejar de tener en cuenta que es el
cambio que significó el “paso” de la Escuela secundaria a la Universidad: “Llegar a la Universidad fue un paso abismal entre el colegio secundario y la universidad. Yo hice
el CBC para Licenciatura en Biología, que difiere sólo en una materia con
respecto a la carrera de Veterinaria, y debo decir que me costó muchísimo”.
En este sentido, agrega, “Para aprobar las materias
tuve que adquirir un ritmo que no tenía.
En el CBC mi única receta fue sentarme a leer
todos los días y repetir las cosas en forma oral. Mi aprendizaje no se basa
sólo en leer, sino leer en voz alta en
forma detenida y si no lo entiendo volverlo a repetir. La clave para todo
es sentarse y estudiar, pero también depende de la voluntad, interés y la manera en que te tomes la materia”.
En
las palabras anteriores se advierte el valor que tienen para Agos las la lectura, la repetición, la
“oralidad”, la voluntad y el interés. ¿Cuántas
de nuestras propuestas didácticas o de las actividades que (habitualmente) les
proponemos a nuestr@s estudiantes involucran la utilización de éstas u otras
herramientas facilitadoras de los aprendizajes?
Poniendo
el eje en materias de las ciencias exactas, Agos plantea la cuestión de la
ejercitación y algo central: la utilización de ejemplos y de ideas de la
“Vida diaria”, de la “realidad”,
para aprender nuevos conceptos: “Para poder
entender estas materias de ‘lógica’ yo me sentaba todos los días y hacía ejercicios, cosa que no me agrada
mucho. Algunas materias me resultaron llevaderas pero otras yo sabía que me
iban a costar un poco más como Química y Física que eran “mi karma”. Física la
preparé con un amigo que me la explicaba
con ejemplos prácticos: me hacia tirar un papel pensarlo de una manera más real. Depende mucho
de cada persona como entender cada materia”. En medio de su reflexión
sobre estas cuestiones, Agos dice
una frase cargada de sentido y de significación pero a la vez de interrogantes:
“El
aprendizaje no es fácil, pero cuando entendés el tema, todo fluye”. Está claro que nos hay nada que motive más a los estudiantes para aprender que
aprender, pero la pregunta es cómo iniciar ese “círculo virtuoso” o cómo
facilitarlo.
Poniendo
como ejemplo una de las materias que cursó (y recursó) recientemente, Agos incorpora dos o tres cuestiones
más a la reflexión: el rol de los
docentes como facilitadores de los aprendizajes, la utilización de esquemas, la
lectura previa, la realización de
cuestionarios guía, la organización
y el aprendizaje que se inicia con cierta memorización y sigue con procesos
neurocognitivos más complejos, al decir que aprender “No
solo depende de tu voluntad sino de cómo te explican los profesores. En mi caso
y en especial la primera experiencia en Química Biológica, la recurse porque no
la entendía. La organización es factor clave. En mi segunda experiencia los profesores me guiaron de tal forma que
me hicieron ver la materia de otra manera. Estudiar con los esquemas es fundamental, yo tengo mucha memoria
visual y sé que es la forma de acordarme de todo, entonces los colores en los
esquemas a veces te salvan porque te ayuda a acordarte de toda una vía. Al principio
para acordarse es cuestión de memorizar y cuando te la sabés, podés entender el
‘porque’ le ponen ese nombre a cada enzima, etc. En mi opinión no hay nada mejor que los profesores que te
estén encima y te ayuden, te brinden confianza, en síntesis crear un buen clima de trabajo. Lo otro que me
sirvió mucho para entenderla es leer
antes de clase, entonces lo que
leíste te va a sonar, te lo explican y después lo repasas con los cuestionarios guía”. Nótese que no hizo
referencia a los conocimientos disciplinares de l@s docentes, ni siquiera a su
capacidad de exposición sino al hecho de que “te estén encima”, “te guían”, “te
hacen ver las cosas de otra manera” y “te brinden confianza”. Esa confianza es un aspecto central de la
tarea de facilitar aprendizajes.
A
la hora de pensar, de manera comparativa, los aprendizajes académicos y los no
académicos, Agos nos deja dos
reflexiones que no debemos dejar pasar que tienen que ver con el valor de la práctica (de la
observación, la imitación, la repetición, el error y el volver a intentarlo) y
con la diversión, el disfrute y la
pasión como motores para aprender lo que queremos aprender: “En mi caso me gusta el deporte, para mi es diversión y
amo la competencia. Cuando uno aprende un deporte es simplemente observar e
imitar, fallar, pararse y volverlo a intentar, así constantemente. Es a prueba
y error, vos intentás ver todo desde otro punto de vista, se desarrollan tus
reflejos, fuerza, exactitud, esto se adquiere con la práctica, constantemente
haces lo que no te sale o mejoras”. En este sentido, Agos encuentra una relación entre los
aprendizajes académicos y aquellos que ocurren en otros ámbitos que puede
ayudarnos a (re)pensar las maneras en que intentamos facilitar los primeros: “Yo soy muy práctica, me gusta aprender tocando, observando y me pasó lo mismo con Anatomía.
Si la clase es solo teoría, power point,
no me sirve. Si se puede, tiene que
tener de todo un poco: teoría + práctica.
Yo no sirvo para estudiar de memoria, cuando razonás, todo cambia. Me gusta ver
que lo que estudio es por algo, no
quiero pensar que es una materia más que no lo voy a aplicar en nada”.
Finalmente,
Agos resume su estrategia cargada de
observación, de repetición, de razonamientos, de intereses y compara con un juego al acto de aprender,
como si fuera algo lúdico, simple, divertido, este concepto que tanto nos
cuesta entender pero que tanto queremos facilitar: “Mi estrategia sería observar si es posible
con imágenes, luego entenderlo, repetirlo hasta que me salga. Trato de buscar
cosas en la vida que me gusten, para que me quede en la cabeza. Por
ejemplo: si yo tengo un león que está comiendo solo proteínas ¿qué vías
metabólicas estarían activas?, me gusta ponerme como ejemplo a los animales que
me interesan más. Siempre me pasó, incluso fuera de la carrera, que no me suena
igual un perro que un león por ejemplo, se
despierta algo en mí que hace que recuerde más las cosas. Es una comparación constante, me gusta
saber el porqué de algunas cosas, encontrar diferencias y similitudes; es como un juego”.
* Agostina Chloé Petrinelli (@ChloeAgos)
es estudiante de Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires. Tiene 21
años, le gusta el deporte y la fotografía. Está en busca de trabajo, es
apasionada de los animales exóticos
y de su comportamiento. La práctica, la observación y el contacto son su mejor método para aprender.
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