En este 2020, el Blog #AsíFuimosAprendiendo mantiene esta
“sección” en la que referentes del campo educativo, docentes y estudiantes nos
invitan a leer 5 libros que les (trans)formaron, les conmovieron, les ayudaron
a repensar sus prácticas o que, por algún motivo, creen que estaría bueno que
otres docentes (y otres estudiantes) preocupades por “la Educación” y los
aprendizajes, los leamos.
En esta entrada es un placer publicar “los 5 libros para tu
(trans)formación” de Fabián Chazarreta *.
Confío que la lectura, la pasión por ella, se
transmite por vía de acto y no discurso, eso que Jorge Larrosa llama “eso que
me pasa”, en este caso, cuando leo. La lectura es una puesta en práctica,
praxis dinámica que nos permite siempre dialogar con “otros”,
(re)descubrir(nos), (trans)formarnos, adquirir esas palabras necesarias para
poder decir lo que otros ya dijeron o no: (re)significar. Coincidir con aquello
que no sabíamos que coincidíamos desde siempre, o no. Adquirir nuevas o viejas
preguntas para nuevos o viejos problemas. Es la imaginación jugando con su
juguete dentro de nosotros, por lo tanto leer es algo que nos interpela y que
padecemos, al mismo tiempo. Los siguientes libros para mí operan de la misma manera:
funcionan y funcionaron como elementos para (re)pensar mi práctica como
docente, como alumno; para ampliar los marcos del pensamiento pero también como
una (trans)formación, un ejercicio singular, particular, inaudito de la puesta
en práctica de la lectura y de lo que me pasa con ella cada vez que agarro un
libro.
“El principito”, de Antoine
de Saint-Exupéry (1943).
Un
sábado a la tarde mi papá me sentó frente a él y dijo: “Te tengo un regalo.
Este libro lo leí de grande y me encantó. Es maravilloso. Quiero que lo leas y
me des tu opinión.” Por cuestiones de la memoria caprichosa, no recuerdo la
edad. Solo eso (aunque tengo miedo de que todo haya sido un sueño). En ese
momento ya leía pero solo enciclopedias y revistas. Por primera vez, mi papá me
daba algo para leer, no para practicar, sino para que le pudiera brindar una
mirada particular. No me veía como un hijo que tiene que ejercitar su lectura,
sino como un lector. Por supuesto lo leí. No sé si lo leerán ustedes, pero
siempre recomiendo que recomienden este libro, a todos/as los/as que comienzan
la aventura de tremenda praxis. Fue un viaje de ida. La amistad, la soledad, la
nostalgia, la imaginación, el juego, la inocencia, la niñez, el viaje y el
amor; esta novela lo tiene todo. Sobre todo eso último: amor. El amor es un
gran educador y la niñez es un gran aprendiz. La relación que tiene el principito
con la Rosa, me llevó muchas veces a pensar qué es la amistad. Y hoy me
pregunto si esa amistad, no puede relacionarse con la labor docente. La amistad
como una relación política en el aula. El extraño mundo de las lágrimas, los
sombreros, los corderos, los aviones, todo es una fusión maravillosa para
descubrir un nuevo mundo. Recuerdo con mucho cariño aquel día que un chico
decidió arriesgarse, decidió soltar un pedazo de su alma, y le obsequio un
libro a su hijo con la confianza de que podría ver (leer) con el corazón, ya
que lo esencial es invisible a los ojos.
“Discutir sentidos. La
lectura literaria en la escuela”, de Carolina Cuesta (2008).
A
mí solo me llegó un fragmento. Lo trabajamos mucho en el profesorado. Después
lo fui a buscar ya que trabajaba uno de los aspectos fundamentales para un
profesor de prácticas del lenguaje pero, más que nada, abordaba una mirada
sobre la lectura que particularmente me llamó poderosamente la atención: ¿cómo
se enseña literatura en la escuela? Yo particularmente huyo de los libros que
suelen vender quizás recetas fáciles, pero este libro no intenta eso. Al
contrario. Logra problematizar mucho sobre la literatura y, sobre todo, con la
lectura en clase. Uno por lo general escucha hasta el cansancio esta máxima (o
sentencia): los alumnos y alumnas, no leen. Bueno este texto, al igual que
otros, refuerza la idea de que eso no es cierto. Los chicos y las chicas leen pero
de otro modo, se vinculan con la lectura de otro modo. Lo que hace Cuesta es
cambiar las preguntas sobre las que estamos muchas veces (erróneamente) parados
acerca de la lectura en clase. La literatura habla de lo que habla toda la
sociedad, pero en otro registro. Y nuestros chicos y chicas participan de esa
sociedad o de esas “prácticas culturales”. Y cuando los textos se acercan al
aula, ellos logran hacer relaciones de significado, dinámicas y bastante
heterogéneas que a su vez logran complejizar el modo que tenemos de enseñar y
de evaluar. ¿Cómo evaluamos la literatura? ¿Solo si responde el cuestionario
bien? ¿Si sabe separar entre autor, genero, narrador y personajes? El texto
transita por esas dudas, que no se si resuelve pero al menos permite pensarlas
y repensarlas.
“El susurro del lenguaje,
más allá de la palabra y de la escritura”, de Roland Barthes (1984).
“¿Nunca
os ha sucedido, leyendo un libro, que os habéis ido parando continuamente a lo
largo de la lectura, y no por desinterés, sino al contrario, a causa de una
gran afluencia de ideas, de excitaciones, de asociaciones? En una palabra, ¿no
os ha pasado nunca eso de leer levantando la cabeza?” (pág.:36; 1994) En el
segundo año del profesorado me dieron a leer un fragmento: “La muerte del autor”.
La sensación fue (sigue siendo) indescriptible. Barthes, es un estructuralista,
filósofo, escritor y semiólogo que se dedicó a estudiar, analizar y comprender
el lenguaje en todas sus esferas, porque si la lengua no lo es todo, de
cualquier manera, está en todo. Como pensador, se destaca por establecer a la
escritura y la lectura como el centro de la cuestión, y desplaza al escritor.
Creo que de algún modo es una de esas lecturas que te sacan un velo invisible,
esas que te ayudan a dar cuenta de aquello que estaba detrás de los telones y a
la vez te pone en cierta incomodidad. Son conferencias, pequeñas reflexiones,
ensayos, sobre todo lo que rodea al escritor, la escritura pero
fundamentalmente la lectura. Esto es clave y fundamental ya que para el autor
leer es generar, producir un texto nuevo. Eso habla de la singularidad de cada
uno de nosotros. Y de cómo el sentido de una obra no está dado por la intención
del autor sino por su lectura. Es una producción de sentidos, que no está
predeterminada. Leer es producir sentidos. Es lo que hacemos en este preciso
momento. Por eso fue un texto tanto revelador. Y recomiendo una lectura
fragmentada, empezar por cualquier texto y dejar que los lleve.
“Lecturas: del espacio
intimo al espacio público”, de Michèle Petit (2001).
Si
se quiere hablar de literatura en las aulas, si se quiere saber cómo acompañar
la lectura en el aula, si se quiere pensar los distintos sentidos que una
lectura adquiere o si se quiere discutir a la literatura, como un privilegio de
clases o pensarla como un derecho de todos y todas; entonces, es fundamental
leer todo de Michéle Petit. Antropóloga destacada que piensa y estudia la
relación de la lectura y sobre todo la literatura en todos los sujetos. “En
todo libro, afirma la autora, hay una frase que puede a veces influir en el
rumbo de una vida”. Poderosamente transformadora es la literatura. Y si
pensamos que se encuentra siempre al alcance de la mano estamos equivocados.
Por supuesto que la escuela parece tener potestad de la literatura, pero leer
no es algo espontaneo para los alumnos y alumnas. Las lecturas prohibidas, el
desarrollo de la subjetividad, la creatividad, la imaginación, la posibilidad
de elaborar un “espacio propio”,
“intimo”, “privado” cuando se lee; la posibilidad de identificarse con el otro,
con el mundo, para desarrollar “insights”, todo se discute, se desarrolla y se
problematiza. “El texto viene a liberar algo que el lector llevaba en él, de
manera silenciosa. Y a veces encuentra allí la energía, la fuerza para salir de
un contexto en el que estaba bloqueado, para diferenciarse, para transportarse
a otro lugar”, afirma Petit. La
literatura, es un arte, y como tal, también repara. Leer nos ayuda a sintonizar
mejor lo que nos pasa, y en ocasiones nos ayuda a reparar(nos). Toda su obra me
parece de profundo interés y fundamental para cualquier persona que se dedique
a la docencia.
“Entre pedagogía y
literatura”, de Jorge Larrosa y Carlos Skliar (2005).
Recientemente
tuve la posibilidad de leerlo y me pareció (con)movedor, (trans)formador y muy
inspirador. Estos dos claramente sienten de un modo singular, tienen una
pulsación particular por la educación, y logran introducir ese pálpito, toda
esa emoción, en este libro. Es una conversación entre diferentes autores y autoras
que reflexionan sobre la importancia, también, de la literatura y la pedagogía.
Estas logran encontrarse, no para dar lineamientos sino para (re)descubrirse,
para leerse a uno mismo, para sentirnos y para sentir a los otros. De alguna
manera hay que mover a la literatura de ese lugar que ocupa en las academias,
en las grandes editoriales. La literatura sigue siendo una cuota pendiente, una
experiencia singular y una promesa en la educación. Ciertamente es un libro
emocionante para personas apasionadas por la educación, pero también es una
búsqueda o juego con las experiencias. Una forma más de encontrarse. Y aunque
recomiendo este libro particular, creo que toda la obra en general de estos
autores se debe leer.
*
Fabián Chazarreta (@Faby_aleph) fue uno de los amigos y soldado de los
“infernales” de Güemes. Ayudó en el cruce
de los andes y participó de la guerra
gaucha. Hace cuatro vidas dejó de
serlo. En una de sus vidas paralelas sabe que existe un jugador que la pasa
mal, que sabe que ese no es su lugar pero entiende por qué tomó esa decisión el
día que se apartó de mí. Está jugando en Europa. Actualmente Fabián es estudiante de Letras en el Instituto
Superior de Formación Docente y Técnica Nº83 (Quilmes). Es orgulloso ex graduado de la casa de “Slytherin” en Hogwarts. Profesor,
primero; de lengua y literatura,
después. Da clases en ESB Nº55
(Claypole). Filosofo barato, Sartreano
con pequeñas fiebres de Nietzsche. Lector de pocos libros, muchas veces.
Voluntario en el equipo de Apoyo
Escolar y Acompañamiento Educativo de la UBA (actividad que “me cambió la vida. Gracias!”). Humilde especialista en literatura fantástica. Un optimista trabajando de
encubierto en las filas de los pesimistas. Un héroe: su Papá (arquitecto en
su camino literario y como profesor). Ejemplos: sus abuelos. Futuro licenciado
en literatura fantástica hispanoamericana, Ciencias de la educación, escritor y
profesor de filosofía. Quizás se mude a
Salta para transformarse la vida con un proyecto como el voluntariado.
NdR: Esta entrada fue escrita (y editada) antes de la pandemia de covid-19, su publicación fue postergada por la situación sanitaria y, por eso, no hace referencias a la misma. Tal vez hoy sería escrita de otra forma y diría otras cosas.
NdR: Esta entrada fue escrita (y editada) antes de la pandemia de covid-19, su publicación fue postergada por la situación sanitaria y, por eso, no hace referencias a la misma. Tal vez hoy sería escrita de otra forma y diría otras cosas.