En la actualidad, se
utiliza un sistema de calificación por
nota, que consiste en que los alumnos sean evaluados luego de ser brindados
los contenidos, para determinar cuánto
aprendieron sobre un tema específico. A pesar de que este sistema es el que
menos trabajo implica para que un profesor o docente pueda determinar si un
alumno aprendió o no, sinceramente creo que está errado. Lo único que muestra es la capacidad de un alumno para retener datos en
un momento determinado, lo cual no
siempre implica que haya aprendido los contenidos, sino que a veces puede
haberlos estudiado sólamente de memoria, lo cual no brinda la capacidad
de un razonamiento propio apoyado en la teoría explicada por el profesor en
clase, sino que el sistema incita a que
el profesor razone por el alumno, y que este sólo estudie contenidos
memoristicamente, muchas veces sin haberlos entendido, con el simple objetivo de aprobar las notas y no llevarse una materia.
Pienso que en una
evaluación, ya sea oral o escrita, uno no demuestra siempre lo que sabe, sino
que solamente le hace saber al profesor que leyó su material, pero que no implica
el resultado de un razonamiento lógico de los contenidos dados en clase, sino
que sólo demuestra que el alumno se puso a leer y memorizar estos datos previo
a la prueba, y que muchas veces sólo se almacenan a corto plazo en el cerebro
del estudiante, siendo olvidados luego por el mismo.
Además, una materia no debe ser evaluada en un solo
día, ya que hay muchos factores negativos que pueden incidir que en esa
evaluación al alumno no le vaya bien, por ejemplo, falta de tiempo de estudios,
cuestiones familiares, exceso de contenidos explicados o que justo el
tema que fue evaluado no era el más sabido por el estudiante. Mi idea de un buen profesor es aquel que no sólo
determine el rendimiento de un alumno según sus notas, sino que tenga un
concepto de la evolución del alumno conforme van pasando las clases, y que
pueda comprender la situación particular de cada uno, por ejemplo viendo cómo
se desempeña en clase, si cumple con las actividades, si se ve un compromiso
que él tiene con la materia.
Veo que muchas veces
los profesores toman a los alumnos como si todos tuvieran los mismos tiempos y
habilidades al aplicar el sistema convencional de calificaciones, cuando en
realidad cada alumno tiene su método de
aprendizaje y su facilidad/dificultad con los contenidos explicados en clase,
por ejemplo a un alumno le puede ir bien en matemática pero no en biología,
pero a otro alumno que le va mal en matemática sí le va bien en biología.
Mi opinión es que este sistema de calificaciones intenta que
todos los alumnos sean formados de la misma manera, impidiendo una libre
expresión y libre aprendizaje por parte de cada uno de los estudiantes, que
es en realidad el objetivo de la escuela y de la educación en sí. Esto muchas veces lleva a la frustración de
aquel alumno/a, que por serle más difícil estudiar los contenidos y aprobar los
exámenes que a sus compañeros, se siente inferior a estos, debido a la
comparación de sus notas, cuando en realidad puede tener otras facilidades
que sus compañeros no tengan.
Por estas razones, creo
que un buen profesor no debe tratar a su
clase como si fuera homogénea, cuando en realidad cada alumno y alumna tiene
sus propias habilidades. Esto se lograría, por ejemplo, permitiendo que
cada alumno realice un resumen, ya sea escrito u oral, sobre lo que entendió
acerca un concepto determinado, y que al final de cada año pueda hacer una
autoevaluación de cómo cree que le fue durante todo el camino transitado en la
materia.
* Guido
Verde es estudiante (está
cursando cuarto año) en la Escuela Agropecuaria de la UBA y tiene 17 años. Le encanta estar con sus compañeros y pasar tiempo con ellos, jugar al fútbol, y en sus ratos libres ver películas y series. Es hincha de Boca Juniors y es un gran apasionado de la tecnología moderna.