Los días 5 y 6 de Agosto se llevaron a cabo en la
ciudad de Buenos Aires las X Jornadas de Material Didáctico y
Experiencias Innovadoras en Educación Superior, en el marco de la
celebración de los 30 años del Ciclo
Básico Común (CBC), por estos días tan cuestionado y puesto en debate.
A priori la idea del Congreso, las actividades
propuestas y la presentación de conferencistas y coordinadores como Carina Lion, Adriana Schnek o Isabel Aval
de Hevia, nos permitían imaginar un escenario
fértil para la (trans)formación individual y colectiva, sobre la que tanto
insistimos desde este (intento de) espacio de comunicación.
El objetivo de esta entrada (en dos partes para
que no sea tan larga) es contarles algunas ideas (por supuesto sesgadas y
recortadas según nuestros intereses, nuestra trayectoria y nuestros
posicionamientos) sobre las que se reflexionó en (por razones obvias) sólo
algunas de las muchas actividades (conferencias, ponencias, posters, talleres,
etc…) que ocurrían (a veces) simultáneamente en las aulas del Centro Universitario Regional Paternal,
ubicado entre las Facultades de Agronomía
y Veterinaria de la UBA.
Claro que no
todas son rozas ya que muchas presentaciones distaron mucho de ser “relatos”
de experiencias pedagógicas innovadoras o del desarrollo de materiales didácticos
innovadores y se parecieron más a la clase en sí misma. Si l@s docentes no sabemos diferenciar entre el relato de una
experiencia innovadora y la “replicación” in vivo de una parte de una clase (supuestamente)
innovadora y somos incapaces de respetar el tiempo de una ponencia
(supuestamente) preparada, tenemos un problema grave. Si bien, entre “clases
de su disciplina” o relatos de los objetivos disciplinares, se presentaron algunos interesantes relatos de
experiencia, muchos de ellos evidenciaron muy poco marco teórico y aún menos
reflexión sobre las experiencias.
Como ya es costumbre en los eventos de esta
naturaleza, la impuntualidad en el inicio de las sesiones y los oradores que no
respetan los tiempos asignados, confirman lo difícil que es para algún@s
docentes respetar las planificaciones. Otra cuestión que opacó en parte el desarrollo
de las Jornadas es, como ocurrió en varios debates, que l@s docentes no se
escuchan. Cada un@ dice algo que quería decir (o contar algo supuestamente
valioso que está haciendo, con sobreutilización de la palabra “yo”), sin
importar lo que se dijo ni el contexto de la discusión.
Respecto a las presentaciones lo primero que
aparece como reflexión es la alegría de
saber que hay mucha gente haciendo muchas cosas. Por supuesto, algunas
mejores y otras peores, algunas con mayor rigor científico y otras con menor
rigor científico, algunas planteadas desde posicionamientos que un@ comparte
más y otras planteadas desde posicionamientos que un@ comparte menos. Pero es
grato saber que son much@s l@s docentes (por supuesto no tod@s los asistentes
al Congreso ni mucho menos) que están reflexionando e investigando sobre su
prácticas.
También es interesante romper un poco con esa lógica de docentes que nos juntamos en Congresos
de Educación a reflexionar sobre “lo mal que está la Educación”. En la
mayoría de los Congresos de las demás disciplinas se juntan para mostrar sus
éxitos y sus logros y ni se les ocurriría presentar todas las experiencias que
no resultaron como esperaban. Si bien tenemos nuestros reparos sobre el hecho
de pensar en la Educación como la causa y la solución (vaya paradoja) de todos
los problemas de la sociedad y a pesar de ver con buenos ojos nuestra “clásica
autocrítica docente”, celebramos que en estos encuentros también nos hagamos
lugar para compartir aquello que sí nos
está funcionando para cumplir con determinados objetivos o para reflexionar sobre los supuestos que
subyacen a nuestras prácticas.
Ahora sí, nos metemos con las reflexiones más
interesantes o más “radiales”, en términos de haber sido abordadas en varios
espacios desde diferentes lugares, indicando que son cuestiones centrales del debate actual, al menos entre l@s docentes
del CBC, que fueron la enorme mayoría de l@s asistentes al evento. La palabra
más repetida a lo largo del Congreso no fue “Educación”, ni fue “aprendizajes”,
ni fue “docente”, ni fue “docencia”. La
palabra más repetida fue: “mediación”. Desde este humilde espacio, que
pretende semanalmente invitar a la reflexión, nos alegramos profundamente de este
hecho para nada menor, ya que consideramos que
pensar la mediación (y el vínculo) que se construye entre los sujetos y con el
conocimiento es una interesante puerta de entrada al análisis de situaciones
más complejas. En este sentido, fueron varios los momentos de las
reflexiones en que l@s disertantes nos
invitaban a pensar las mediaciones y la distancia entre “lo que se enseña” y “lo
que se aprende”.
La idea es profundizar estas (y otras) cuestiones
y contarles algunos ejemplos de lo discutido en el evento pero para eso habrá
que esperar a la entrega de la semana que viene…
CONTINUARA…
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