"Es
indispensable que el estudiante adquiera una comprensión de los valores y una
profunda afinidad con ellos. Tiene que alcanzar un vigoroso sentimiento de lo
bello y de lo moralmente bueno." (Albert Einstein)
En este último tiempo, más precisamente desde que
fue sancionada la ley que permite el
voto a los 16 años, pude escuchar varias opiniones políticas de compañeros
que tienen la posibilidad de votar y es importante remarcar que no es mi
intención juzgar estas opiniones. El voto (optativo) es una medida, para mi
muy acertada por el hecho de que da una posibilidad a los estudiantes a
iniciarse en la política ”electoral” pero sin obligación de hacerlo. Sin
embargo creo que es necesaria una
educación que capacite a los alumnos con edad para votar, formando una base
de la cual cada estudiante va a partir para formar sus propios ideales.
Habitualmente podemos escuchar estudiantes de
escuelas secundarias con poco interés político (aunque también existen aquellos
que lo tienen), lo que es normal en esa etapa de la vida, sin embargo a veces
éstos luego se presentan a votar porque sienten que los hace más adultos. Es
importante lograr que los alumnos entiendan que el voto no es un tema menor y puede ser una gran herramienta para el
bien-estar social si es utilizado consiente y responsablemente, pero puede
resultar lo contrario si se considera de poca importancia.
Un tema importante que esta "educación
política" podría resolver sería la demagogia. Muchas veces los jóvenes
(también los adultos) tomamos decisiones viendo simplemente el espacio que nos
rodea. Es importante contemplar todos los campos, no simplemente el propio.
También es importante que los profesores
escuchen las ideas de los alumnos y justamente se genere una relación
profesor/estudiante en la que uno aprenda del otro y viceversa.
No está de más aclarar que esta
"educación" debe educar, justamente lo contrario de adoctrinar. Pero,
como es imposible tener una extrema neutralidad es por eso que hay que ser abierto y aceptar diferentes
pensamientos siempre permitiendo (y promoviendo) el debate. Los ideales de
cada persona deben ser únicos y propios, sin influencias ajenas. Es por eso que
los docentes deben tener en cuenta que
el futuro se encuentra presente en esas ideas y que la diversidad de las
mismas es precisamente lo que nos hace y hará mejorar, aprendiendo de los
errores.
Quisiera remarcar que desarrolle este tema por mi
particular interés y curiosidad sobre cómo influye la educación en la ideología
de cada alumno. Precisamente cada persona tiene una forma diferente de
reaccionar ante lo que estudia y me pareció importante que cada uno tenga un
apoyo a la hora de votar. No conozco ninguna experiencia donde se haya aplicado
este “apoyo” desde el punto de vista práctico (aunque seguramente las haya y
sería interesante conocerlas y analizarlas) pero creo que sería una excelente
materia extracurricular, en la cual los estudiantes realicen debates de opinión
con la intervención del docente. Es una materia que no debe generar ningún tipo
de “carga” para los alumnos ya que lo que se busca es que se vean interesados
en el tema. Es importante no confundir esta idea con otras instancias de
formación “política” o ciudadana como los centros de estudiantes, porque
precisamente, en ellos participan estudiantes ya interesados en el tema y
justamente lo que se busca es lograr un apoyo para los que no lo están o para
estudiantes que no quieren participar de esos espacios pero si están
interesados e informados.
Para finalizar me gustaría dejar un mensaje para
la comunidad educativa: tanto padres
como docentes deben permitir que los estudiantes posean un pensamiento libre,
sin ningún tipo obstáculo que impida que se desarrollen sus ideas y principios.
No solo es importante ayudarlos, sino que también lo es dejarlos pensar y
aprender del pensamiento ajeno. Justamente, la capacidad de pensar distinto es lo que nos hace progresar y reconstruir
sobre nuestros errores, que yo creo, es la virtud más grande del ser humano.
*
Nano Perosino es estudiante de
cuarto año en la Escuela de Educación
Técnico Profesional de nivel medio en Producción Agropecuaria y Agroalimentaria
de la Facultad de Ciencias
Veterinarias de la UBA. Vive en
el barrio porteño de Floresta y
tiene un amor con el Club Atlético All
Boys. No cree en ningún partido político pero sí en la política construida
entre todos.