domingo, 9 de abril de 2017

Compromiso con un rol social que implica “saber escuchar”. Entrevista a Sergio Morado *

En esta primera parte de este nuevo año escolar/académico en el que esperamos seguir reflexionando, seguir discutiendo y seguir (trans)formándonos como docentes (cada vez) más facilitadores de aprendizajes (cada vez) más significativos en nuestr@s estudiantes (cada vez) más autónomos; nos invitamos a releer, cada día, una de las entradas publicadas los años anteriores, como forma de volver a “ponernos” en tema. Para l@s que no las leyeron, éstas podrán ser un (nuevo) disparador para la reflexión y el análisis y para los que sí, es probable que las (re)pensemos desde otro lugar y nos inviten a, (nuevamente) pero de otra manera, reflexionar sobre nuestras prácticas y los aprendizajes.

La siguiente entrada fue publicada el Martes 20 de Mayo de 2014:


Desde el inicio, Sergio pone énfasis en no perder de vista la relevancia del rol docente en la (trans)formación de los sujetos y su carácter eminentemente social. También hace hincapié en la importancia de la construcción de vínculos, de la generación de espacios de confianza que sean facilitadores de aprendizaje, como factores aún más importantes que la metodología elegida por cada docente y de ser capaces de diseñar estrategias que concedan a nuestr@s estudiantes un rol protagónico en la (re)construcción del conocimiento.


· Sergio, ¿Qué es, para vos, “ser docente”?
· En mi opinión, ser docente es fundamentalmente cumplir un rol social como colaborador en el aprendizaje y la formación de los estudiantes. En este sentido, el docente no debería ser un mero transmisor de contenido sino una pieza esencial en la formación integral de los individuos que forman parte de una sociedad.

· Si tuvieras que hacer una propuesta de cambio concreto que pudiera aumentar el compromiso, la motivación y la participación de l@s estudiantes, ¿qué propondrías y por qué?
· En mi opinión el compromiso, la motivación y la participación de los estudiantes tienen una alta correlación con la capacidad del docente para generar un vínculo con ellos. Por lo tanto, creo que más allá de que el docente presente un estilo tradicional en su forma de guiar las clases, puede conseguir un alto grado de compromiso y motivación siempre y cuando procure generar un vínculo y una confianza tales que den libertad al estudiante. Sin embargo, es indudable que algunos cambios pueden estimular al estudiante a tener un rol más protagónico. En las prácticas de enseñanza lo primero que propondría sería planificar las clases incluyendo actividades individuales o grupales que fomenten la reconstrucción del conocimiento por parte de los estudiantes y que incluyan una exposición y puesta en común, dedicándole a esas actividades un tiempo prioritario. En cuanto a la organización curricular, propondría un cambio de un sistema de enseñanza basado casi exclusivamente en los contenidos a un sistema basado en competencias, en el cual los contenidos sean aprendidos junto con las diversas competencias que debe desarrollar un profesional. Finalmente, en lo que respecta al espacio aúlico, creo que la toma de posesión del espacio por los estudiantes puede fomentar también su participación, motivación y compromiso. Eso podría lograrse, entre otras cosas, con la exposición permanente de esquemas o trabajos realizados por los mismos estudiantes o mediante el cambio en la disposición de los bancos, de forma tal que sea más sencillo el intercambio de opiniones.

A la hora de pensar en las características que debería tener un docente, Sergio prioriza el compromiso con la tarea docente, la experiencia en investigación (y una cierta “relación” con la construcción de conocimiento) y la capacidad de escucha. En este sentido, nos propone pensar al docente de una manera diferente que la clásica concepción de “alguien que habla” y pensarlo como “alguien que escucha”.

· ¿Qué características creés que debería tener un docente para ser mejor como facilitador de los aprendizajes de l@s estudiantes?
· Creo que la principal característica de un docente para ser un facilitador de aprendizajes es comprometerse con su tarea y con los estudiantes y ser consciente del rol social que cumple. Un docente comprometido, más allá de cuál sea su formación, seguramente podrá identificar y colaborar en la solución de las dificultades de diversa índole que presentan los estudiantes. El compromiso está asociado también a otra importante característica personal, que es saber escuchar. Históricamente se tiene la imagen del docente como un buen orador, pero en realidad es mucho más importante el tiempo que el docente dedica a escuchar a los estudiantes que el que dedica a exponer contenidos. En cuanto a las características profesionales y de trayectoria formativa, creo que lo más importante es que tenga conocimiento de la asignatura de la que está a cargo en relación con la carrera. A su vez, en mi opinión es de suma importancia, sobre todo en el caso de un docente universitario, que el docente tenga una cierta experiencia en investigación. La tarea de facilitador de aprendizajes y guía en la reconstrucción del conocimiento puede realizarse con mayor idoneidad si el docente tiene experiencia en la generación de nuevo conocimiento.

Como ocurriera con otr@s entrevistad@s, Sergio no puede evitar (al pensar en las estrategias docentes) hacer un llamado de atención respecto a uno de los temas más controversiales de “la Educación”: la evaluación. Más allá de esto, Sergio vuelve sobre el tema de la elaboración y reconstrucción del conocimiento (muchas veces de manera colaborativa, en grupos) como un aspecto central del aprendizaje y como algo que debemos tener muy en cuenta a la hora de diseñar nuestras propuestas, y nos cuenta una experiencia propia que va en este sentido.

· ¿Cuáles de tus propias prácticas, herramientas o estrategias resultan más exitosas como instrumentos facilitadores de los aprendizajes de tus estudiantes?
· En primer lugar quisiera aclarar que es difícil evaluar el éxito de los instrumentos facilitadores de aprendizajes que uno puede aplicar si los instrumentos evaluadores de los aprendizajes (parciales y final) no son elaborados por uno mismo. Si bien es cierto que en el contexto de un curso pueden establecerse otros elementos de juicio y diversas estrategias que permitan evaluar el éxito de los instrumentos utilizados, la discordancia con los métodos de evaluación no puede ser soslayada. Teniendo en cuenta esto, considero que las estrategias que resultan más exitosas son las que proponen una mayor elaboración y una reconstrucción del conocimiento por parte de los estudiantes. Especialmente, resultan muy adecuadas las prácticas que involucran un trabajo grupal. A pesar de que en un comienzo a algunos estudiantes les resulta difícil trabajar en grupo y realizar un aporte para el enriquecimiento de sus compañeros, con una adecuada guía suelen resultar trabajos muy interesantes y los estudiantes reconocen que los aprendizajes obtenidos son más significativos. Una de las herramientas que mejor resultado me ha dado en este sentido es la que pongo en práctica en la clase de integración metabólica. Considerando que se resumen y relacionan la mayoría de los conocimientos de la asignatura, esa clase está a cargo de los estudiantes y el docente cumple solamente un rol de moderador. Para esto, los estudiantes reciben una consigna detallada que involucra un trabajo grupal tanto de redacción escrita como de exposición oral, contando con instancias de consulta obligatoria y no obligatoria previas a la entrega final. El trabajo escrito procura la elaboración de un texto y esquemas explicativos por parte de los estudiantes y es devuelto a ellos con sugerencias con un tiempo previo a la exposición oral de manera tal que puedan tener en cuenta esas sugerencias al exponer el trabajo. Durante la clase también se fomenta la realización de preguntas entre los estudiantes, ya que la elaboración de preguntas involucra un proceso cognitivo complejo, siendo así un importante facilitador de aprendizajes.

· Si tuvieras que recomendarle a otr@s docentes un libro, una canción o una película que considerás “relevante” para mejorar nuestra práctica docente, ¿qué libro, canción o película nos recomendarías y por qué?
· Recomendaría leer “El hombre mediocre”, de José Ingenieros porque creo que es una lúcida crítica a la sociedad en general y en mi opinión para cumplir el rol docente con responsabilidad es fundamental no ignorar las virtudes, las mezquindades y las necesidades de la sociedad. A pesar de haber sido escrito hace exactamente un siglo, el libro es notablemente actual y brinda muchos de los criterios que a mi entender debe cumplir un profesional. A su vez, “El hombre mediocre” realiza una crítica histórica que resulta muy útil para comprender muchas de las deficiencias que presentan los docentes, los académicos en general y los profesionales actualmente.

En la última respuesta, Sergio nos recuerda el carácter reproductivo de la Educación pero nos propone pensarla como una posibilidad transformadora de la realidad, con profesionales críticos, comprometidos y capaces de actualizar, cambiar y mejorar las prácticas instituidas y aprendidas..

· Sergio, ¿Cuáles son y cuáles “deberían ser”, en tu opinión, los objetivos de la Educación?
· Actualmente los objetivos de la Educación son básicamente incorporar conocimientos y reproducir las prácticas de cada profesión. En mi opinión los objetivos de la Educación deberían completamente distintos, ya que deberían procurar formar ciudadanos comprometidos con su tarea y con su lugar en la sociedad, que posean las competencias y recursos que exige cada profesión en particular y que sean capaces de desarrollar un juicio crítico tal que les permita actualizar los conocimientos y las prácticas de cada profesión o disciplina.

* Sergio Morado (@SergioMorado1) es docente/investigador en la Cátedra de Química Biológica de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires. Es un ferviente apasionado de la música y la literatura, y un gran admirador del Emperador Napoleón.

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