Bienvenid@s de vuelta al
Blog!
Mientras iniciamos un nuevo año
escolar/académico en el que esperamos seguir
reflexionando, seguir discutiendo
y seguir (trans)formándonos como
docentes (cada vez) más facilitadores de aprendizajes (cada vez) más
significativos en nuestr@s estudiantes (cada vez) más autónomos; nos invitamos a releer, cada día, una
de las entradas publicadas los años anteriores,
como forma de volver a “ponernos” en tema. Para l@s que no las leyeron, éstas
podrán ser un (nuevo) disparador para la reflexión y el análisis y para los que
sí, es probable que las (re)pensemos desde otro lugar y nos inviten a,
(nuevamente) pero de otra manera, reflexionar sobre nuestras prácticas y los
aprendizajes.
La siguiente entrada fue publicada el Martes 24 de Julio de 2012:
¿Cuántas veces escuchamos a colegas decir que les importan los aprendizajes de sus estudiantes? ¿Cuántas veces vimos a esos mismos colegas responsabilizando exclusivamente a sus estudiantes por “su fracaso”?
¿Cuántas veces escuchamos a nuestros compañer@s de trabajo decir que son innovadores? ¿Cuántas veces vimos a esos mismos compañer@s de trabajo repetir año tras año la misma clase que tienen resumida en unas hojas que ya se ven amarillas o que utilizan las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (bah, en realidad utilizan el potencialmente asesino “power-point”) para “hacer lo mismo de siempre” pero “mediado por tecnologías”?
¿Cuántas veces escuchamos a docentes de todos los niveles decir que los contenidos conceptuales no son “lo único importante”? ¿Cuántas veces vimos a esos mismos docentes de todos los niveles evaluar exclusivamente esos contenidos y no planificar una sola actividad en toda la cursada que tenga como objetivo trabajar contenidos actitudinales o procedimentales?
Podríamos seguir todo el texto con estas preguntas pero preferimos hacerlo más divertido y ver “Los Simpsons”.
Uno de mis capítulos favoritos de la serie estadounidense “Los Simpsons” es “Salvemos el cerebro de Lisa” (en inglés “They Saved Lisa’s Brain”, en referencia a la película “They Saved Hitler’s Brain”), conocido por la “participación” de Stephen Hawking. En ese capítulo, Lisa ingresa al selecto grupo “Mensa”, integrado por los habitantes de Springfield que poseen mayor coeficiente intelectual, como “el sujeto de las historietas”, el Profesor Frink o el Director Skinner. Por motivos que no vienen al caso, el grupo debe hacerse cargo del poder de la Ciudad ante la “renuncia/huida”, por los aires y desde la ventana de su despacho, del Alcalde Diamante (cualquier coincidencia con nuestra historia reciente es mera coincidencia). El capítulo, como la mayoría de los capítulos de la serie, tiene un sin fin de frases y diálogos interesantes que nos definen como sociedades, estereotipando por ejemplo a “las fuerzas policiales” en el ignorante e incapaz “Jefe Gorgory”; pero la idea de este texto es centrarnos puntualmente en un diálogo que, si bien no es central en ese episodio, me resulta revelador al respecto de los temas que tratamos de analizar en este Blog y a las preguntas que planteamos al inicio de esta entrada.
Vemos el video (de 25 segundos de duración, sí sólo 25 segundos!) y la seguimos…
La idea es centrarnos en la respuesta de Lisa cuando Kent Brockman se ríe y le dice “tendrás que disculpar a este viejo reportero si te dice que ya lo escuchó”. Lisa, con la frescura y la soltura de una niña de 8 años pero también con la convicción y la entereza intelectual que la caracterizan, le responde: “Ah… Pensamos hacerlo”. Esa respuesta sorprende y horroriza al periodista. Realmente van a hacerlo!
Como Kent Brockman pide discuplas a Lisa, nosotr@s debemos disculpar a estudiantes, colegas y amig@s escépticos que ya escucharon (cientos de veces) a docentes “decir” que son constructivistas, “decir” que les importan los aprendizajes de sus estudiantes, “decir” que son innovadores. La diferencia sería HACERLO. Con la soltura y frescura de Lisa y con su convicción y entereza intelectual, tenemos que agregarlo algo fundamental a nuestro discurso (oral y escrito)… la acción!
¿Cuántas veces escuchamos a docentes decir que son constructivistas? ¿Cuántas veces vimos a esos mismos docentes dando aburridas clases expositivas (que para sentirse menos mal llaman exposiciones dialogadas) sin la menor intervención de l@s estudiantes?
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