martes, 25 de noviembre de 2014

Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología, Innovación y Educación: entre las TIC como “Tecnologías de la Información y la Comunicación en la Educación” y las TIC como “Tareas educativas de Inclusión con Calidad” (Segunda Parte)


Como les contamos la semana pasada, la palabra más repetida a lo largo del Congreso no fue “Educación”, ni fue “aprendizajes”, ni fue “ciencia”, ni fue “innovación”. La palabra más repetida fue: “TIC”. Como adelantamos en la entrega anterior, nos preocupa un poco que esto haya sido así pero lo entendemos porque conocemos el contexto en que se dio el Congreso y la lógica de las instituciones organizadoras y auspiciantes.

Como también adelantamos, dos preocupaciones (que van más allá del uso de las tecnologías aunque se hayan planteado en relación con éstas) quedaron más que claras: la preocupación por la (falta de) formación docente y la preocupación por la (no) relación entre inclusión y calidad educativa.

Sobre la primera de las cuestiones, la formación docente, la sensación fue la de la necesidad de que l@s docentes estemos preparad@s (o capacitad@s) para la incorporación de las TIC en la Educación. Esta es una idea que nos parece un tanto descontextualizada (como si la capacidad de utilizar las TIC y las habilidades o los saberes propios de la tarea docente fueran por caminos separados) pero veamos un poco qué se planteó al respecto. Según Mónica Ippólito, “pensar (y diseñar) los recursos de las TIC implica una resignificación de la vieja didáctica, un preguntarnos qué, cómo, por qué, a quien o para qué” que resignifica, al mismo tiempo, la tarea y la formación docente. Sin embargo, más allá de su inclusión en la “formación docente” inicial y continua, en varias ocasiones se cayó en las siguientes preguntas: “¿Es necesario definir estándares de competencias TIC docentes?” o “¿Qué competencias debe tener un docente tutor virtual?”. Por suerte, para no perder el contexto, en medio de tales interrogantes, hubo otros como los planteados por Inés Dussel (“¿Qué debe saber un docente en términos disciplinares, pedagógicos y políticos?”) o por Myriam Southwell (“¿Qué es una buena Escuela?”), que nos invitaron a (re)preguntarnos todo el tiempo por la legitimidad de la respuesta que le damos a esas preguntas y a poner en duda la idea de que la capacitación docente es algo “dicotómico”, se está o no está capacitado para algo.

En relación con la (en nuestra opinión) falsa dicotomía “inclusión educativa”/”calidad educativa” se expusieron diversas (y a veces afortunadamente antagónicas) opiniones que si bien tuvieron (una vez más) a las TIC como disparadores para las reflexiones, éstas pueden (y seguramente deban) ser transpoladas a otros campos. En la mayoría de los casos el reconocimiento del hecho de que la inclusión de las TIC en Educación aún no ha dado los resultados esperados (y la diferencia entre lo que presupone el acceso a las mismas y su real utilización o apropiación como herramientas facilitadoras de aprendizajes o como herramientas a ser aprendidas en sí mismas) se acercó peligrosamente al cuestionamiento de las políticas de inclusión tecnológica desarrolladas durante la última década en nuestra región. En este sentido, la crítica (que compartimos) al uso pedagógico que se les da o la preocupación (también compartida) por el hecho de que aún su implementación no ha logrado dar cuenta de las (tal vez exageradas) expectativas educativas que se pusieron en ellas, no debe impedirnos ver que se trata de políticas socioeducativas y que sus “resultados” no pueden medirse sólo en términos educativos.

La idea, planteada tanto por Inés Dussel como por Laura Mares, de que en muchos hogares las netbooks del programa Conectar Igualdad fueron la primera computadora de la casa y es usada no sólo por l@s chic@s sino por toda la familia da cuenta, al menos en parte, de esta cuestión. Siguiendo esta misma lógica, Laura Mares agregó: “La inclusión está en marcha, es tiempo de ir por las mejoras en los aprendizajes”. Como siempre lo hicimos, en este Blog, sostenemos que no hay calidad educativa sin inclusión y valoramos enormemente la entrega de los dispositivos móviles (netbooks o tablets, dependiendo del país) que los gobiernos de la región han realizado en la última década porque se trata de igualar derechos. No somos ingenuos y sabemos que la utilización que se hace de estos dispositivos (y la apropiación de las herramientas y habilidades que éstos presuponen) depende en mucho de las condiciones socioeconómicas de l@s chic@s pero estamos convencid@s (y no creemos que haga ni falta recordar la idea de la “reproducción” de Pierre Bourdieu) que pasa lo mismo con los libros y con todo lo que “ocurre” en las Escuelas y, es por eso, que el ”sólo acceso” (como algún@s pretenden minimizar) a las nuevas TIC, ya implica una igualdad de derechos y una inclusión digital en sí mismo.

El cierre del congreso en el imponente salón de actos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires incluyó la lectura de una carta del ex presidente de Brasil, Luis Inácio Lula Da Silva y un emotivo show a cargo de Soledad Pastorutti que “homenajeó” a los varios países participantes del congreso con temas propios de cada país.

Desde este Blog celebramos y celebraremos la reflexión sobre la práctica docente, sobre los aprendizajes y sobre la Educación y alentamos a docentes de todos los niveles educativos a que participen de todos los espacios de vínculo y comunicación posible. Estamos convencid@s del valor de este tipo de encuentros en los que podemos compartir experiencias, ideas y reflexiones, y enriquecer nuestros pensamientos (y nuestras acciones) con los aportes de colegas de diferentes lugares y variadas trayectorias. Sin embargo, y como reflexión última pero no final (de este texto), estamos igual de convencid@s del valor que también tiene la reflexión de cada docente en su práctica diaria, de cada equipo docente y de cada institución, puertas adentro, que sin necesidad de viajar cientos de kilómetros ni de participar de eventos de estas características será la base para fundamentar los cambios que nos conduzcan a una Educación más equitativa, a una práctica docente más innovadora que esté a la altura de los tiempos que nos tocan y a ser verdader@s facilitadores de aprendizajes cada vez más significativos en estudiantes cada vez más autónomos.

martes, 18 de noviembre de 2014

Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología, Innovación y Educación: entre las TIC como “Tecnologías de la Información y la Comunicación en la Educación” y las TIC como “Tareas educativas de Inclusión con Calidad” (Primera Parte)


Los días 12, 13 y 14 de Noviembre se llevó a cabo en la ciudad de Buenos Aires el Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología, Innovación y Educación, organizado por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), con los auspicios (entre otros) del Ministerio de Educación de la Nación, Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, Conectar Igualdad, Canal Encuentro, educ.AR, Unicef, Fundación Telefónica, BBVA y Educatina, entre otros. Con la presencia de más de 3000 inscript@s, se trató de un encuentro de enorme relevancia en que se discutieron varias de las cuestiones que son centrales en los debates actuales sobre el desarrollo de políticas públicas en estos campos en nuestra región.

A priori la idea del Congreso, las actividades propuestas y la presentación de conferencistas de la talla de Inés Dussel, Flavia Teriggi, Myriam Southwell o Martín Granovsky, nos permitían imaginar un escenario fértil para la (trans)formación individual y colectiva, sobre la que tanto insistimos desde este (intento de) espacio de comunicación.

El objetivo de esta entrada (en dos partes para que no sea tan larga) es contarles algunas ideas (por supuesto sesgadas y recortadas según nuestros intereses, nuestra trayectoria y nuestros posicionamientos) sobre las que se reflexionó en (por razones obvias) sólo algunas de las muchas actividades (conferencia, ponencias, posters, etc…) que ocurrían simultáneamente en siete espacios (entre el salón de actos de la Facultad de Derecho de la UBA, el Buenos Aires Design y la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Buenos Aires) durante casi doce horas cada día.

Una primera felicitación se la merece la organización del evento que estuvo a la altura de las circunstancias, con atención constante, acreditaciones y certificaciones ágiles y una excelente conectividad (con la red de wifi propia del congreso), exceptuando el caso del Teatro Gran Rex donde fue imposible conectarse y en el que se realizó la apertura con las palabras del Antonio Skármeta (presentado por Alvaro Marchesi) y se proyectó el video “Luces para aprender”.

Respecto a las presentaciones, lo primero que aparece como reflexión es la alegría de saber que hay mucha gente haciendo muchas cosas. Por supuesto, algunas mejores y otras peores, algunas con mayor rigor científico y otras con menor rigor científico, algunas planteadas desde posicionamientos que un@ comparte más y otras planteadas desde posicionamientos que un@ comparte menos. Pero es grato saber que son much@s l@s docentes (por supuesto no tod@s los asistentes al Congreso ni mucho menos) que están innovando y/o reflexionando e investigando sobre su prácticas.

También es interesante romper un poco con esa lógica de docentes que nos juntamos en Congresos de Educación a reflexionar sobre “lo mal que está la Educación”. En la mayoría de los Congresos de las demás disciplinas se juntan para mostrar sus éxitos y sus logros y ni se les ocurriría presentar todas las experiencias que no resultaron como esperaban. Si bien tenemos nuestros reparos sobre el hecho de pensar en la Educación como la causa y la solución (vaya paradoja) de todos los problemas de la sociedad y a pesar de ver con buenos ojos nuestra “clásica autocrítica docente”, celebramos que en estos encuentros también nos hagamos lugar para compartir aquello que sí nos está funcionando para cumplir con determinados objetivos o para reflexionar sobre los supuestos que subyacen a nuestras prácticas.

La segunda reflexión es que siguen sorprendiendo dos cuestiones: el hecho de que a pesar de la gran cantidad de inscript@s sea tan poca la concurrencia a las actividades y que siga habiendo tantos docentes que practican el “show de las espaldas” mirando (y leyendo) su propio power point (en general lleno de texto, excedido en tiempo y no preparado específicamente para esta ocasión) mientras el auditorio duerme o juega con sus dispositivos móviles.

Ahora sí, nos metemos con las reflexiones más interesantes o más “radiales”, en términos de haber sido abordadas en varios espacios desde diferentes lugares, indicando que son cuestiones centrales del debate actual. La palabra más repetida a lo largo del Congreso no fue “Educación”, ni fue “aprendizajes”, ni fue “ciencia”, ni fue “innovación”. La palabra más repetida fue: “TIC”. Desde este humilde espacio, que pretende semanalmente invitar a la reflexión, nos preocupa un poco que esto haya sido así pero lo entendemos porque conocemos el contexto en se dio el Congreso y la lógica de las instituciones organizadoras y auspiciantes. Aún así a lo largo de los tres días dos preocupaciones (que van más allá del uso de las tecnologías aunque se hayan planteado en relación con éstas) quedaron más que claras: la preocupación por la (falta de) formación docente y la preocupación por la (no) relación entre inclusión y calidad educativa.

En el terreno específico de la implementación de las (nuevas) TIC en Educación el eje pareció pasar, como lo puntualizaron vari@s expositores, por entender la tecnología educativa como una dimensión en el contexto de la pedagogía y no fuera de ésta.

La idea es profundizar éstas (y otras) cuestiones y contarles algunos ejemplos de lo discutido en el evento pero para eso habrá que esperar a la entrega de la semana que viene…

CONTINUARA…

martes, 11 de noviembre de 2014

Jugar y aprender de (y con) l@s estudiantes.


Una vez más, “invado” este espacio con una “tarea” personal. Esto no es nuevo, no sólo porque más de una vez realizando algún curso usé este espacio para publicar algo relacionado o pedido en el mismo, sino que así fue como nació este Blog, hace ya más de dos años y medio, en el marco del curso “Creá. Publicá. Compartí. La Web 2.0 en la Educación.”, organizado por l@s amig@s del CITEP.

En este caso, mis estudiantes de cuarto año de la Escuela de Educación Técnico Profesional de nivel medio en Producción Agropecuaria y Agroalimentaria, más conocida como Escuela Agropecuaria de la UBA, me dieron una tarea.

El tema es así. Como durante todo el año, aún con activa participación y opinión constante de l@s estudiantes, yo planifiqué las clases y las actividades que les proponía, para el Viernes pasado (última clase “teórica”) l@s invité a que fueran ell@s quienes planificaran las actividades, con la única condición de que, de alguna manera, retomarán los conceptos que veníamos trabajando sobre el tema Fotosíntesis.

Como no podía ser de otra manera, l@s estudiantes (me y se) demostraron, una vez más, su creatividad, su originalidad, sus ganas de aprender y divertirse y su compromiso con la materia. En cuarto A, armaron un “Carrera de Mente Bioquímico”, que jugamos en equipos: l@s “pares”, l@s “impares” y yo, que fui “discriminado” por mi edad. En cuarto B también pensaron un juego: el “HeadsUp Fotosintético” en el que había que lograr que tu equipo adivinara un término sin usarlo en la descripción. Allí también jugamos en equipos, en este caso los varones (equipo en el que sí me incluyeron pero luego me “sacaron”) contra las chicas, resultando victoriosos los primeros.

Fue curioso (o no tanto) pero al finalizar la clase, en ambos cursos alguien se acercó y me dijo (tal vez no con estas palabras exactas ni textuales): “Ahora hagamos al revés. Después de tantas veces que vos nos diste consignas para publicar en nuestro Blog, ahora nosotros te pedimos a vos que escribas un texto, con un título, que incluya una imagen y las etiquetas específicas #QB4A204 y #QB4B2014, lo subas al Blog y avises en nuestros grupos de Facebook, como hicimos nosotr@s cada Viernes.” Y acá estoy. Escribiendo este texto sobre lo que me pasó (literalmente “me pasó”, me atravesó, me trasformó) el Viernes pasado. Ah, para cumplir con la consigna agrego esta foto:

  
El Viernes pasado me divertí mucho y aprendí mucho sobre Fotosíntesis. Mis estudiantes me demostraron un enorme compromiso con la materia y el clima que se vivió en ambos cuartos me confirmó el cumplimiento de varios de los objetivos que nos pusimos allá por Marzo, en especial aquellos que tenían que ver con la construcción de vínculos: vínculos entre l@s estudiantes y el docente, vínculos entre l@s propios estudiantes, vínculos con el conocimiento.

Esta clase me alegró mucho porque confirmó también el logro de objetivos “disciplinares” y objetivos que para mí son centrales que tienen que ver con la (trans)formación de las personas (estudiantes y docentes) en estudiantes y docentes cada vez más autónomos, críticos y capaces no sólo de construir sus propios aprendizajes sino de ser transformadores de la realidad y de la sociedad.

Mucha gente (con conciencia ecológica) se manifiesta preocupada por “el mundo que le dejamos a nuestr@s chic@s”. Yo coincido con ell@s pero tengo otra preocupación: “l@s chic@s que le dejamos a nuestro mundo”. No puedo más que sentirme orgullo de ustedes y quedarme más que tranquilo por “l@s chic@s que le dejamos a nuestro mundo”, por ustedes, que sin ninguna duda harán las cosas mucho mejor que nosotr@s.

Aprovecho para felicitarl@s por las excelentes producciones que durante todo el año publicaron en sus Blogs y les deseo lo mejor!

La seguimos…

Salu2!

Pablo


martes, 4 de noviembre de 2014

Buenos “modelos” que generan interés por aprender y mejoran la Vida. (Entrevista a Débora Kozak)


Al igual que el año anterior, en este 2014 seguimos con la publicación de entrevistas realizadas a docentes y a estudiantes, como insumos para la reflexión sobre nuestras prácticas y sobre los aprendizajes. Las respuestas de docentes y estudiantes, sujetos directamente involucrados en las prácticas sobre las cuales nos proponemos reflexionar en este Blog resultan fundamentales para profundizar el grado de análisis. Claro que podemos estar de acuerdo o no, claro que podemos disentir con determinadas apreciaciones y reconocer en las respuestas (y en las preguntas) posicionamientos pedagógicos e ideológicos compartidos o no pero de cualquier manera, los relatos en primera persona son siempre insumos de gran valor para construir y (re)pensar nuestros propios posicionamientos. En este caso es un placer publicar la entrevista que gentilmente respondió Débora Kozak *.

Desde el inicio, Débora muestra pasión por la tarea docente, algo sobre lo que siempre insistimos desde este espacio, y pone el acento en un aspecto muchas veces “olvidado” o, incluso, “negado”: la existencia de un “saber especializado” más allá del contenido y su relevancia en la formación docente y en la práctica diaria.

·         Débora, ¿Qué es, para vos, “ser docente”?
·        Difícil pregunta… es tantas cosas! Creo que esencialmente ser docente es una profesión y un trabajo que tiene como sentido esencial enseñar mediante la guía y la orientación. Hace mucho tiempo se reducía la docencia a la vocación, pero hoy es claro que para ser docente se requiere una formación y la construcción de un saber especializado más allá del contenido. También considero que la docencia es una actividad política, que busca cambiar y mejorar la educación en términos de garantizar los derechos de los alumnos.

·        ¿Cuáles son tus objetivos o expectativas de logros cuando comenzás una cursada?
·        En general me propongo mover preconceptos, llevarlos a cuestionar aquello que parece obvio o inamovible, repensar la realidad en la que están inmersos. En relación a mí misma poder transmitir el entusiasmo por el conocimiento de los temas que vamos a abordar: sin interés por parte de los estudiantes es imposible aprender. Y creo que un docente también es responsable de generar “buenos modelos” que sirvan a sus alumnos para avanzar en sus aprendizajes.

A la hora de pensar en las características que deberíamos tener l@s docentes, Débora hace una enumeración de cuestiones bien interesantes para pensar, cada una de las cuales daría para toda una entrada por la relevancia que cada una tiene en nuestra práctica docente.

·       ¿Qué características creés que debería tener un docente para ser mejor como facilitador de los aprendizajes de l@s estudiantes?
·       Empatía, buena escucha, respeto por la diferencia, tolerancia a las diferencias, buen humor, paciencia, capacidad de comunicarse. Creo que cada una de ellas habla por sí misma de cómo facilita el aprendizaje. La capacidad de ponerse en el lugar del otro es indispensable!

Si hay una característica que nos constituye como docente críticos es la capacidad (o al menos la intención) de transformar la “realidad”, de reflexionar sobre nuestras prácticas, pensar (posibles) maneras de mejorarlas, cambiarlas, transformarlas; “probar” esas mejoras y evaluar sus resultados para volver a empezar, en una práctica que no tiene fin. En este sentido, Débora nos invita a leer su Blog y a pensar cuestiones como la incorporación de las TICs en el aula, la selección de contenidos curriculares y los sistemas de evaluación, entre otras.

·       Si tuvieras que hacer una propuesta de cambio concreto que pudiera aumentar el compromiso, la motivación y la participación de l@s estudiantes, ¿qué propondrías y por qué?
·       Bueno, este es justamente el tema que trato en mi blog Pensar la Escuela, a donde abordo propuestas concretas para cambiar desde diferentes ángulos que van desde cambiar los contenidos curriculares, la organización institucional, incorporar un uso cotidiano y relevante de las TIC a las aulas, no sobrecargar de tareas a los estudiantes, abandonar la repetición memorística y acrítica de contenidos, cambiar los sistemas de evaluación! Hay tanto por cambiar en concreto… tenemos muchas asignaturas pendientes. Cualquiera de estas cuestiones que se cambien de verdad (no desde del discurso sino desde la acción concreta) definitivamente logrará mejorar el compromiso y la motivación de los estudiantes.

·       Si tuvieras que recomendarle a otr@s docentes un libro, una canción o una película que considerás “relevante” para mejorar nuestra práctica docente, ¿qué libro, canción o película nos recomendarías y por qué?
·       Hay muchos libros que me marcaron, me resulta muy difícil elegir uno… Pero uno de mis favoritos es sin dudar “Evaluar para conocer. Examinar para excluir”, de Juan Manuel Álvarez Méndez. Las películas también son muy motivadoras, aunque en los últimos tiempos disfruto mucho de charlas TED que aportan un montón a repensar la enseñanza como las de Rita Pierson, Ken Robinson, Gonzalo Frasca, etc.

En la última respuesta, Débora vuelve a poner al “contexto” en un lugar central y a recuperar el sentido ético-político de la práctica educativa como transformadora de (la Vida de) las personas.

·       Débora, ¿Cuáles son y cuáles “deberían ser”, en tu opinión, los objetivos de la Educación?
·       Preferiría hablar de objetivos de la educación siempre vistos en contexto, no generales. Yo creo que estamos para mejorar la vida de las personas, para abrirles el pensamiento y permitirles conocer otras cosas, que la educación debe estar centrada en promover problemas que disparen el interés por investigarlos, la curiosidad, las ganas de aprender.



* Débora Kozak (@dkozaktw en Twitter, https://www.facebook.com/pensar.laescuela.7 en Facebook) es Licenciada y Profesora en Ciencias de la Educación (UBA), PhD Candidate por la UNED, España, profesora en Institutos de Formación Docente y en universidades, dedicada a la formación pedagógica de maestros y profesionales en modalidad presencial y virtual. Se ha especializado en experiencias de innovación didáctica, en particular en procesos de inclusión de TIC en instituciones educativas. Ha sido coordinadora, consultora y asesora de programas y proyectos nacionales y jurisdiccionales de integración de TIC en escuelas. Es autora del blog “Pensar la Escuela y de numerosos libros y artículos de la especialidad.