martes, 30 de mayo de 2023

¿Cómo “estudia” Giuliana? Tomar(se) el tiempo de (aprender a) estudiar.

En este 2023 el Blog espera, una vez más, incorporar nuevas maneras de reflexionar sobre la Educación y el estudio. Además de las (ya habituales) notas de opinión, de las entrevistas (a docentes y estudiantes), de los textos escritos en colaboración, los #CómoAprende, las #MicroEntrevistas en video, #LoQueEl2020NosDejó, los #5Libros y los #Parafraseando, entre otras “secciones”, queremos incorporar textos que reflexionen sobre “cómo estudiamos”.

Es cierto que no todes entendemos lo mismo por “estudio” y que este Blog tiene una posición tomada al respecto, que no sólo no impedirá la expresión de voces en direcciones contrarias, sino que las tomará como insumos para la discusión y la reflexión y las pondrá en tensión con las teorías que sostienen nuestra posición.

Es por eso que nos proponemos darle una vuelta de tuerca a esta reflexión a partir de relatos, en primera persona, que den cuenta de cómo estudiamos o cómo estudian les estudiantes (que, efectivamente, estudian), sin ningún objetivo más que la propia reflexión, en una metáfora (y, tal vez, una reivindicación) del estudio por el estudio mismo. En este entrada la reflexión es a partir del relato que gentilmente escribió Giuliana D'Apice *.

Cuando Giuliana reflexiona sobre cómo estudia nos cuenta que “antes de estudiar acomodo el escritorio y saco todos los materiales que necesito: computadora, carpeta, cuadernos y hojas sueltas con apuntes de la materia. Me siento en el escritorio, pongo algo en la tele y empiezo a completar los apuntes o directamente empiezo un resumen en una hoja aparte. Cuándo me aburro de estar sentada me acuesto en el piso a terminarlos o voy a una mesa ratona que esta frente al sillón para que mi vieja me convide unos mates mientras escribo”. En las palabras anteriores se advierte que estudiar requiere de cierta materialidad, sobre la que ya hablamos en otras entradas. Al respecto, Fernando Bárcena escribió que “se necesitan condiciones materiales: un lugar para estudiar, unos libros para leer, ciertos cuadernos donde escribir; pero también condiciones temporales: disponer de un tiempo liberado de las exigencias del trabajo y la labor para poder emplear la vida en el estudio”.

Al reflexionar sobre su forma de estudiar, Giuliana aclara que, si bien considera que se puede estudiar de varias maneras, en el caso de ella no es una manera muy organizada y, si hubiera compañía, tal vez no esté haciendo lo mismo: “para mi estudiar es tomarte el tiempo para aprender algunos temas que ya conoces por lo menos de nombre. Se puede estudiar de manera organizada o no, yo suelo ir más por la segunda. A veces sirve distraerse con temas relacionados mientras estudias, por ejemplo ver videos, documentales o escuchar canciones de "Los Mitocondrios". También puede servir tener compañía sin la necesidad de que la persona esté haciendo lo mismo que vos”. Más allá de cuán organizada sea la tarea de estudiar para cada une, es evidente que repite ciertos rituales pero las distracciones amenazan con desviar la atención y con convertir esos rituales en rutinas, como sugiere Maximiliano Valerio López cuando dice que “es precisamente la atención la que hace la diferencia entre el ritual y la rutina. No existe estudio sin ritualidad pero la distracción y la impaciencia hacen de cualquier ritual una simple rutina, un gesto mecánico y vacío, destruyendo toda posibilidad de desarrollar una habilidad”.

Finalmente, y al reflexionar sobre sus modos de estudiar, Giuliana agrega que: “repensar el estudio me trajo muchos recuerdos de lo que fue estudiar para entrar a mi actual escuela. También me llevó a reflexionar sobre mis técnicas de estudio de los últimos años. Podemos estudiar de manera correcta e incorrecta, pero vamos aprendiendo de cada una de ellas”. ¿Qué sería estudiar “de manera correcta”? ¿Qué sería estudiar “de manera incorrecta”? ¿Qué aprendemos al estudiar? ¿Aprendemos “lo que” estamos estudiando y/o aprendemos “a” estudiar?

 

* Giuliana D'Apice (@Tanargenta) es estudiante preuniversitaria de la Escuela Agropecuaria de la UBA, la cual tiene un nombre innecesariamente largo. Es una persona proactiva que aprendió el significado de esta palabra hace un mes y la usa cada vez que puede. A pesar de ello, si el clima lo amerita, puede pasar horas acostada al sol partiendo de manera vertical hojas paralelinervadas. Próximamente: Técnica Agropecuaria.