En esta primera parte de este nuevo año escolar/académico en el que esperamos seguir reflexionando, seguir discutiendo y seguir (trans)formándonos como docentes (cada vez) más facilitadores de aprendizajes (cada vez) más significativos en nuestr@s estudiantes (cada vez) más autónomos; nos invitamos a releer, cada día, una de las entradas publicadas los años anteriores, como forma de volver a “ponernos” en tema. Para l@s que no las leyeron, éstas podrán ser un (nuevo) disparador para la reflexión y el análisis y para los que sí, es probable que las (re)pensemos desde otro lugar y nos inviten a, (nuevamente) pero de otra manera, reflexionar sobre nuestras prácticas y los aprendizajes.
La siguiente entrada fue publicada el Martes 16 de Agosto de 2016:
Desde el inicio, Mariela plantea la docencia como un arte que implica creatividad y libertad y, adelantándose a varias de las cuestiones que incluirá en sus respuestas a esta entrevista, nos regala una cita de Rottemberg y Anijovich del año 2000:
· Mariela, ¿Qué es, para vos, “ser docente”?
· “Ser docente” es ejercer el arte de enseñar con libertad. Implica ejercer con creatividad la tarea de dar a conocer fundamentos científicos. Además de necesitarse una formación y capacitarse debe tenerse condiciones personales para ejercer esta tarea.
“Aceptar que cada alumno y alumna son diferentes entre sí es relativamente fácil, reconocer que la conformación de un grupo escolar es heterogénea tampoco es difícil. El tema se convierte en complejo al tener que planificar, enseñar y evaluar teniendo en cuenta esas diferencias.” (Rottemberg y Anijovich, 2000)
Como ocurriera con otr@s entrevistad@s, Mariela elige contarnos un episodio que tiene mucho menos que ver con lo académico o disciplinar que con lo vincular, lo emotivo, lo que (desde los afectos) nos afecta. En su relato se advierten varias de las ideas que, desde hace rato, venimos proponiendo en este blog y que tienen que ver con el reconocimiento del Otro en cuanto Otro y no con intentar “ponerse en su lugar” sino con dejarlo ser, dejarlo “tomar su lugar” y“simplemente” conversar con él.
· ¿Podrías relatar un episodio significativo (por interesante, por triste, por alegre, por extraño, por formativo) de tu trayectoria docente?
· Leyendo la pregunta se me vino automáticamente un episodio que me sucedió cuando daba clases de biología para el ingreso al CBC en un Instituto privado. En la primera clase los primeros 15 minutos me los tomaba para dialogar con el alumno sobre la carrera que eligió, que base de la materia tenía, como prefería que estudiemos, si todas las clases quería rendir un choice de los contenidos vistos en las clases anteriores así llegaba con todos los temas adquiridos a la fecha del examen. Con el trascurso de las clases me di cuenta que algo más había… y después de las primeras clases entro en confianza y me contó que tenía un problema de salud que estaba medicado y le costaba mucho retener los contenidos y al darse cuenta de eso se ponía muy mal porque el sólo pensaba en su objetivo final que era terminar su carrera de Médico. Sus padres no querían que se someta en ese momento a situaciones de tensión como era cursar y rendir el CBC y sus médicos le habían recomendado evitarlas pero él solo quería empezar su carrera. Cuando a uno se le presentan estas situaciones es donde uno piensa de manera personalizada en cómo se puede ayudar al alumno y es que se me ocurrió cambiar la didáctica que le daba al resto y de cada clase le daba un apunte escrito para que no tome apuntes en la clase y se enfoque en escuchar y comprender el tema y en su casa pueda releer el apunte que era lo mismo de la clase y recordar lo que había comprendido para al releerlo en la casa pueda adquirirlo. Los choice que se hacían al principio de la clase se los llevaba a la casa y tenía que explicar por escrito porque eligió la respuesta y porque no eligió las otras. Durante las clases también hablábamos sobre la importancia de los acontecimientos en la vida, era lindo tener un sueño y una meta para su vida profesional pero de nada valía si él no estaba bien y que su familia estaba viendo más allá de su estudio, lo querían ver bien. Cuando estábamos cerca del primer parcial me llegó un mensaje de la madre del alumno que estaba muy contenta porque su hijo estaba centrado en su tratamiento pero a la vez estaba contento porque estaba adquiriendo los temas para cuando se recupere poder rendir el examen. El en la clase no me había dicho nada y continuamos hasta ver los temas del primer parcial. La clase después del examen vino con las preguntas del examen. Él había ido con la intención de ver cómo eran los exámenes y copio las preguntas para que lo ayude a contestarlas, sabía perfectamente que no iba a someterse al stress de un examen por su salud pero quiso vivir la experiencia. Así continuamos hasta que vio toda la materia y guardo todo el contenido para el año siguiente cuando la curse realmente. Lo considero un episodio triste con final alegre y principalmente un episodio formativo. Me di cuenta que cada alumno tiene su historia personal, sus capacidades y lo más importante que a través de la educación también se aprende a vivir la vida. El entendió que hay circunstancias que uno enfrenta donde lo que uno piensa que es lo primordial en su vida se puede correr durante un corto periodo para poder sortear un acontecimiento y volver nuevamente a la meta deseada.
· Si tuvieras que recomendarle a otr@s docentes un libro, una canción o una película que considerás “relevante” para mejorar nuestra práctica docente, ¿qué libro, canción o película nos recomendarías y por qué?
· Recomendaría una película: Profesor Glenn Holland. Considero que muestra el verdadero rol docente en el proceso de enseñanza y aprendizaje, no es necesario un ambiente de dureza para la enseñanza, creo que un ambiente más sociable, participativo y de libertad con respeto puede llevar a mejores resultados educativos. Volviendo a la película, se trata de Holland quien decide trabajar como profesor para resolver un problema económico de su familia y porque piensa que así le quedaría más tiempo para componer sinfonías. Inicia sus clases con dureza provocando un ambiente poco agradable para el aprendizaje. El profesor va descubriendo su verdadera vocación: enseñar con dedicación, produce cambios en el trato a sus alumnos y muestra como al poner en práctica sus cualidades innatas, pudo cumplir su rol de maestro dando frutos en su vida profesional pero también en su vida personal.
En la última respuesta, Mariela reflexiona sobre los objetivos de la Educación y vuelve a dejar en claro que la Educación no se trata sólo de “contenidos” sino (también) de herramientas, de desarrollo de capacidades, de valores y de (trans)formarnos como personas.
· Mariela, ¿Cuáles son y cuáles “deberían ser”, en tu opinión, los objetivos de la Educación?
· En mi opinión, la educación tiene como objetivos brindarle a las personas herramientas para que desarrollen sus capacidades, para que tengan independencia en sus acciones personales y sociales. Permitir a las personas razonar por sí mismas. Creo que las que “deberían ser” implica más compromiso y es más global ya que como decía el sociólogo John Ruskin “Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía”. Claro que esto requiere de un compromiso educativo que va más allá de dar contenidos sobre una materia. Implica ayudar a una persona a encontrar sus propios valores, y acompañarlo en el aprendizaje de su vida.
* Mariela Giacchino es Veterinaria egresada de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Actualmente es becariade CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) y está realizando su tesis doctoral en el CEBBAD (Centro de Estudios Biomédicos, Biotecnológicos, Ambientales y de Diagnóstico), en la Universidad Maimónides. Se desempeñó como docente en diferentes institutos durante tres años y en la actualidad está en ayudantía de Histología Animal Comparada en la carrera de Ciencias Biológicas de la Universidad Maimónides.
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