martes, 24 de diciembre de 2019

¿Cómo aprende Valen? Aprender a aprender porque aprender es crecer.


En este nuevo año escolar/académico en el que esperamos seguir reflexionando, seguir discutiendo y seguir (trans)formándonos como docentes (cada vez) más facilitadores de aprendizajes (cada vez) más significativos en nuestres estudiantes (cada vez) más autónomes; tendremos una entrada nueva el último Martes de cada mes y, para no aburrirnos entre una y otra, nos invitamos a (re)leer, cada día, una de las entradas publicadas los años anteriores. Para quienes no las leyeron, éstas podrán ser un (nuevo) disparador para la reflexión y el análisis y para quienes sí, es probable que las (re)pensemos desde otro lugar y nos inviten a, (nuevamente) pero de otra manera, reflexionar sobre nuestras prácticas y los aprendizajes.

La siguiente entrada fue publicada el Martes 4 de Diciembre de 2018:


Cuando Valen reflexiona sobre la manera en que aprende en la Escuela relata las estrategias que utiliza para estudiar (y recordar), como la lectura, el resaltado de lo más importante, la escritura de un resumen, el uso de la memoria, la ejercitación (y la repetición) y la atención en clase: “creo que tengo una forma bastante ‘normal’ de aprender. Con lo teórico, unos días antes de la evaluación junto todo el material, ya sea fotocopias o apuntes, lo leo y resalto, y de ahí escribo un resumen aparte una vez entendido el tema, porque así logro sintetizar más e identificar lo más importante. Igualmente acá tengo un poco de ventaja ya que tengo buena memoria. Cuando es más matemático o de ‘ejercicios’ repito una y otra vez cada uno de los ejercicios dados, aunque también suelo escribir un resumen con las fórmulas o definiciones necesarias para entender el tema. En las clases soy de prestar atención porque los apuntes son de las cosas que más uso después. Hago resúmenes porque al escribirlo me queda en la cabeza, y al tenerlo leído de antes y entendido de la clase me resulta muy fácil estudiarlo ya que llego con una buena base para empezar a preparar los exámenes. He escrito un esquema de la glucosa con las características pedidas más de cinco veces hasta recordarlo, así también con idiomas (como Inglés), que son las materias que más me cuestan”Valen agrega, también, la relevancia del interés por aquello que está aprendiendo y del rol del docente como mediador o, de alguna manera, “presentador” de los contenidos a aprender: “para lograr aprender algo bien, también me tiene que interesar, sino me cuesta cien veces más. Igualmente, no depende sólo de los contenidos sino de cómo los aborde y explique el profesor.  Materias como Inglés no me son fáciles ya que la forma de enseñarlo que tienen la mayoría de los profesores es muy ‘gramatical’ y por ejemplo, aprendo mas mirando una serie al escuchar”.

A la hora de pensar en otros tipos de aprendizajes, Valen prioriza la perseverancia, destaca el valor de la repetición y cuenta algunas anécdotas de situaciones en las que las cosas no le salieron “de una” sino que requirieron tiempo y esfuerzo: “siempre fui de decir ‘persevera y triunfaras’ pero hay varias cosas que necesitan mucha paciencia de más. No sólo porque sea complicado, sino por las consecuencias que trae. Por ejemplo, actualmente hago hockey, deporte muy conocido por sus grandes jugadores siempre lesionados, imagínense que escribo esto con un dedo esguinzado. Pero cuando algo te gusta y querés aprenderlo ya no hay vuelta atrás. Hace seis años que hago hockey y hoy puedo decir que soy ‘bastante buena’, al menos en comparación a cinco años atrás. También, me acuerdo cuando empecé a andar en bici, primero rueditas, después una sola, cuando supuse que había aprendido me sacaron la última que me protegía de no caer. Cosa obvia que pasó, fui derecho para unos arbustos, me caí y me lastimé. Y me frustre, no quería andar si me caía, pero tampoco, quería volver a las rueditas. Esto de frustrarme pasa todo el tiempo porque, como a todos, no siempre sale todo como uno espera, pero a pesar de que sé que no está bien tirarse abajo siempre que algo te sale mal, suelo (después de un largo rato) decirme algo como ‘dale vos podés, seguí, sino ¿para qué intentaste en un principio?'. Y ahí no paro hasta conseguirlo y si no pasa, por algo será, pero si en serio lo quería no paraba. Por ejemplo cocinar, todo me sale mal, soy muy ansiosa entonces siempre saco las cosas antes, me falta mezclar, ensucio todo y hago desastres, pero esa es una meta que todavía tiene mucho camino por recorrer”.

A la hora de pensar, de manera comparativa, los aprendizajes “escolares” y “no escolares”, Valen los diferencia en cuanto al interés que generan los contenidos a aprender (y de algún modo en lo que Carlos Cullen llama “el deseo de aprender”) pero los iguala en la necesidad de insistir y perseverar para aprender y en la importancia de la presencia de Otros que nos acompañen en el camino del aprendizaje: “creo que en los dos ámbitos de aprendizaje hay una diferencia bastante grande, al menos de la secundaria para atrás, en lo escolar uno aprende porque es lo que debe hacer, a lo que es, de alguna forma ‘obligado’ a hacer. Aprende cosas que a uno no le interesan y por lo tanto terminan en el olvido. Pero en esa época de la vida lo extraescolar que uno aprende lo hace porque quiere. Si querés cantar, vas a canto, si es un deporte vas y lo hacés, también de más chico aprendés valores y respeto. Ahí son intereses propios y los decide uno y por eso son más fáciles de recordar y poner en práctica en todo momento. Aunque también hay una gran similitud, porque en el estudio de lo académico, uno no para hasta que lo aprende y entiende (sea por obligación o por interés) y lo mismo pasa en lo extraescolar, intentar hasta que salga, al menos, lo mejor posible aunque siempre se puede ser un poco mejor. Además en los dos ámbitos siempre hay gente ayudándote y apoyándote, tu familia, amigues, profesorxs, etc, que hacen más llevaderos los ‘fracasos y más felices las ’victorias’, aprobar un examen, cocinar bien unas salchichas, desaprobar un oral o quizá se te quemaron los brownies, pero siempre hay alguien dispuesto a enseñar y uno está dispuesto a aprender, porque si esto segundo no ocurre también hay un problema ya que si no quiere, no lo va a hacer”.

Finalmente, Valen nos deja una reflexión sobre sus propias reflexiones y nos recuerda que aprendemos todo el tiempo, de manera natural y que muchas veces (aprendamos o no “eso” que se supone que tenemos que aprender o que queremos aprender) aprendemos a aprender: “escribir sobre estos temas (y más en relación a mí) siempre me cuesta mucho, así que, fue muy divertido además analizar cosas que hago todo el tiempo que no tomaba en cuenta. Me pasó que a medida que iba respondiendo se me iban ocurriendo más cosas que agregar en otras preguntas y se me descontrolaba todo. Pienso que cada persona se arma sus herramientas a medida que va indagando y probando distintas formas. Creo que el ‘cómo’ aprendemos depende de lo que estás aprendiendo, ya que aprender una formula de Física para aplicarla en un problema no es igual a aprender la historia de un país o a hacer una torta, por decir ejemplos. Igual pienso que todo el mundo puede aprender cualquier cosa si se intenta, y tiene ganas de hacerlo, siempre hay nuevas formas de aprender, alternativas para las complicaciones y si que quiere generalmente se logra. Diría que aprender es adquirir conocimientos nuevos, pero en realidad siempre estás aprendiendo, porque en un principio ‘aprendés a aprender, dicho de una forma redundante. Aprendés a entender, a facilitar ese aprendizaje, aprendés valores y aprendés una forma de manejarte en la vida, aprendés a pensar y sacar conclusiones, por ende aprender no es solo ‘agregar conocimientos’, es un crecimiento personal, una forma de conocerse a uno, de definirse. Lo que aprendiste en serio, lo recordás. Y lo que no recordás entonces, ¿no lo aprendiste? Creo que aprender es crecer, porque desde que nacés, aprendés, por ejemplo a mirar, a pestañear, a analizar, a prestar atención, a divertirte, a llorar, a hacer amigos, a amar. El que diga que aprender solo es incorporar conocimientos del estilo escolar, se equivoca”.

* Valentna Pedro (instagram.com/valen.pedro) es estudiante de cuarto año de la Escuela de Educación Técnico Profesional de nivel medio en Producción Agropecuaria y Agroalimentaria (UBA), tiene 16 años, futura (cirujana) veterinariajugadora de hockey en el Club Comunicaciones, está enamorada de sus dos perros, es fanática de las series (mas los dramas médicos), tiene la habilidad de mirar más de 3 series al mismo tiempo, mantener buenas notas y vida social. Es muy fiel a sus ideales y le gusta debatir sobre estos.

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