¿Qué queremos que aprendan nuestr@s estudiantes?
¿Por qué queremos que lo aprendan?
¿Para qué queremos que lo aprendan?
¿Qué quieren aprender nuestr@s estudiantes?
¿Por qué quieren aprenderlo?
¿Para qué quieren aprenderlo?
¿Qué saben nuestr@s estudiantes?
¿Quiénes son nuestr@s estudiantes?
¿Qué hacen nuestr@s estudiantes?
¿Qué les está pasando a nuestr@s estudiantes?
¿Qué “deberían aprender” nuestr@s estudiantes?
¿Por qué deberían aprenderlo?
¿Para qué deberían aprenderlo?
¿Cuál creemos que es, dentro de nuestras posibilidades, la mejor manera de facilitar esos aprendizajes en nuestr@s estudiantes?
¿Qué actividades podemos proponerles para facilitarles el trabajo de aprenderlos?
¿Cuál creen nuestr@s estudiantes que es, dentro de nuestras posibilidades, la mejor manera de facilitarles ese trabajo?
¿Qué actividades pueden proponernos nuestr@s estudiantes para facilitarles ese trabajo de aprenderlos?
¿Cuál creemos que es la mejor manera de evaluar esos aprendizajes?
¿Cuál creen nuestr@s estudiantes que es la mejor manera de evaluar esos aprendizajes?
¿Cuál creemos que es la mejor manera de evaluar otros aprendizajes (no planificados por nosotr@s pero efectivamente aprendidos por nuestr@s estudiantes)?
¿Cuál creen nuestr@s estudiantes que es la mejor manera de que evaluemos otros aprendizajes (no planificados por nosotr@s pero efectivamente aprendidos por ell@s)?
¿Cuál creemos que es la mejor manera de evaluar la enseñanza, la propuesta pedagógica, las actividades propuestas, los instrumentos de evaluación utilizados?
¿Cuál creen nuestr@s estudiantes que es la mejor manera de evaluar la enseñanza, la propuesta pedagógica, las actividades propuestas, los instrumentos de evaluación utilizados?
¿Qué hacemos si no se cumplen los objetivos?
¿Qué hacemos si la propuesta pedagógica falla?
¿Qué hacemos si las actividades propuestas fallan?
¿Qué hacemos si los instrumentos de evaluación fallan?
¿Qué hacemos si nuestr@s estudiantes no están aprendiendo lo que “deberían aprender”?
No hay comentarios:
Publicar un comentario