Al
igual que en los años anteriores, este año seguiremos con la publicación de entrevistas realizadas a
docentes y a estudiantes, como insumos
para la reflexión sobre nuestras prácticas y sobre los aprendizajes. Las
respuestas de docentes y estudiantes, sujetos directamente involucrados en las
prácticas sobre las cuales nos proponemos reflexionar en este Blog resultan
fundamentales para profundizar el grado
de análisis. Claro que podemos estar de acuerdo o no, claro que podemos
disentir con determinadas apreciaciones y reconocer
en las respuestas (y en las preguntas) posicionamientos pedagógicos e
ideológicos compartidos o no pero de cualquier manera, los relatos en primera persona son siempre insumos de gran valor para construir y
(re)pensar nuestros propios posicionamientos. En este caso es un placer
publicar la entrevista que gentilmente respondió Loreana Pulichino *.
En sus primeras reflexiones, Loreana deja en claro que los conocimientos “teóricos” o
“disciplinares” son importantes pero que existen otras cuestiones igualmente (o
más) importantes, como el compromiso del docente para con su tarea y para con
sus estudiantes. También pone en evidencia un aspecto central de la tarea
docente: la diferencia entre el hecho de que “el docente enseñe” y el hecho de que
“el estudiante (no) aprenda”. 
- Loreana,
     ¿Qué es para vos “ser docente”?
- Yo creo
     que una persona puede saber mucho sobre un tema o varios, ser un
     especialista, un profesional y tener muchos títulos importantes. Pero nada
     de eso le confiere la capacidad para poder transmitir todo ese
     conocimiento a otras personas. Un docente debe poder difundir sus
     conocimientos, enseñar, explicar con un solo fin: que el alumno aprenda.
     Se puede ir más lejos todavía, un buen docente no solo se preocupa en que
     su “mensaje” (por ejemplo, determinada explicación de un cierto tema
     durante una clase) sea transmitido en su totalidad y de manera correcta,
     sino que se interesa en que el “receptor” o el alumno interprete o
     entienda esa información de la mejor manera posible, sin importar cuántas
     veces tenga que repetir la explicación e interesándose a la vez en la
     posible devolución que le proporcione el alumno (por ejemplo, una duda).
     Además, un buen profesor, arma su clase de la manera en que pueda captar
     la atención del alumno, provocando la participación voluntaria del mismo,
     creando un interés por la materia y una buena relación alumno-docente. En
     conclusión, creo que para ser docente se debe estar comprometido tanto con
     lo que se debe enseñar como con los alumnos, a los cuales transmitir el
     conocimiento. 
- ¿Cuáles
     son tus objetivos/propósitos/expectativas de logros cuando comenzás una
     cursada?
- Lo
     primero que piensa cualquier estudiante (casi inconscientemente) cuando
     comienza una cursada, es aprobar la materia, no tener que rendirla en
     diciembre y mucho menos en marzo. También, otra de las cosas que hacemos
     nosotros, los alumnos, (instintivamente) es analizar al docente:
     averiguamos su forma de evaluar y enseñar, para así estar más “preparados”
     para sus clases y exámenes. Lo que se espera del docente es que explique
     bien, que sea claro dando clase, se puedan entender los temas, por más
     complicados que sean y que las clases no se tornen aburridas ni densas
     (aunque esto último también depende de los alumnos). Es muy lindo cuando uno
     se empieza a interesar por la materia (ya sea por la buena disposición del
     docente, los contenidos de la materia que pueden resultarle muy
     interesantes al alumno, o ambos) y puede plasmar todo lo que aprendió
     fácilmente en un papel o utilizarlo quizás en un futuro. Una cursada se
     vuelve “llevadera” cuando uno no solo estudia para aprobar y “sacársela de
     encima” sino que también cuando uno se interesa más en las clases y te dan
     ganas de aprender. 
A la hora de pensar en las características que
debería tener un buen docente para ser mejor facilitador de los aprendizajes de
sus estudiantes, Loreana reflexiona
sobre la formación docente y sobre lo que se denomina el “conocimiento
específico” (ese “saber docente” o “saber pedagógico”) que l@s docentes
deberíamos tener y deberíamos poner en práctica en nuestras propuestas
didácticas, aunque le agrega algo fundamental: la dedicación y la pasión!
- ¿Qué
     características creés que debería tener un docente para ser mejor como
     facilitador de los aprendizajes de l@s estudiantes?
- Para
     mí, una de las características más importantes que debería tener un
     docente es la pedagogía ya que por definición esta es la “ciencia que
     estudia la metodología y las técnicas que se aplican a la enseñanza y la
     educación”. De este modo, una persona que haya estudiado esta ciencia o
     bien no necesite estudiarla porque lleva la pedagogía en el alma, sabrá
     cómo enseñar, cómo se debe dar una clase, de qué manera explicar los temas
     para que el alumno entienda, siempre tratando de mantener la atención del
     alumno durante la clase. Yo creo que saber enseñar es muy importante, no
     solo se puede dar una clase por “saber mucho” sino que la persona debe
     tener algún tipo de base teórica sobre cómo hacerlo y además la voluntad
     de querer hacerlo. Saber la teoría es muy importante pero más importante
     es si se aplica; creo que en cuanto a lo personal, ser un docente requiere
     tiempo, mucha paciencia y por sobre todas las cosas: dedicación. Los
     mejores docentes que tuve y tengo, los que más facilitaron mi aprendizaje
     fueron y son aquellos en los que se notaba que de verdad disfrutaban
     ejercer su profesión, aquellos que se interesan en que el alumno se
     comprometa con la materia, preste atención, pueda entender fácilmente y
     aquellos a los que les importe crear un buen vínculo alumno-profesor.
- ¿Podrías
     relatar un episodio significativo de tu experiencia como estudiante en
     relación a algún docente o a alguna práctica docente?
- A
     principios de este año, durante mi primera clase de Bioquímica además de
     presentarnos y hablar sobre la materia, hicimos una actividad que me
     pareció muy interesante y me sorprendió en el momento. El profesor nos
     dijo que escribiéramos en un papel todo lo que creíamos que los demás
     pensaban de nosotros (sin leérselo a nadie) y poco después nos hizo tirar
     ese mismo papel a la basura. Nos enseñó que no siempre lo que creemos que
     los demás piensan de nosotros es verdad y nos dijo también que a pesar de
     lo que hayamos escrito en el papel, durante su clase podíamos ser quienes
     quisiéramos ser. Elegí contar este episodio porque me hizo reflexionar,
     así como también me sorprendió y siento que no me lo voy a olvidar nunca.
     También, los debates y diálogos que se generan en la clase de Geografía
     son muy interesantes y creo que muy beneficiosos porque me ayudan a
     aprender de una manera distendida, amena y sin presiones.
Cerrando la entrevista, Loreana destaca el valor de las herramientas virtuales, de los
espacios para plantear dudas o repasar temas, de los momentos para
contextualizar los contenidos que se aprenden, de las exposiciones orales a
cargo de l@s estudiantes y finaliza con un mensaje más que claro: la Educación
debe ayudarnos a ser mejores personas y a construir una sociedad mejor!
- ¿Cuáles
     de las prácticas, herramientas, estrategias de tus docentes actuales o
     pasados, resultan o resultaron más exitosas como instrumentos
     facilitadores de tus aprendizajes?
- En mi
     opinión, las herramientas virtuales (por ejemplo, videos, power points,
     imágenes, etc) que últimamente se están utilizando bastante, son de gran
     ayuda porque, por un lado, pueden ayudar a comprender mejor el tema (una
     imagen o video puede ayudar cuando el tema trata sobre cosas que no se
     pueden ver a simple vista, por ejemplo), así como también los power points
     pueden servir de repaso para la evaluación y, durante la clase, son de
     gran ayuda para identificar los conceptos más importantes. A mí también me
     resulta muy útil tener clases de repaso o un tiempo determinado de la
     clase destinado solo para dudas, antes de la evaluación. Una nueva práctica
     que para mí, no es tan habitual porque la conocí este año son los “warming
     up”. Durante la hora de bioquímica (un ratito antes de empezar la clase),
     dos alumnos cuentan o hacen un resumen de todo lo que vimos la clase
     anterior. Se decide con una semana de antelación quiénes van a hacer el
     warming up y los dos alumnos se ofrecen voluntariamente. A mí me parece
     una técnica genial ya que beneficia tanto a la clase (porque uno
     generalmente se olvida o no se acuerda perfectamente de lo que se vio la
     clase anterior, especialmente cuando las clases se dan una vez por semana)
     y a los chicos que exponen (porque a la hora de estudiar para el examen,
     el tema del que tuvieron que hablar ya lo tienen aprendido). Algo que
     también me ayuda mucho a aprender y, sobre todo, a fijar los conocimientos
     es tener clases participativas, en las que haya un intercambio entre los
     alumnos y el profesor, surjan dudas y los alumnos puedan expresar su
     opinión o ideas al profesor (y viceversa). Yo creo que establecer un
     diálogo hace mucho más interesante la clase y hasta irse un poco “por las
     ramas” también (siempre y cuando se hable del tema de la clase).
- ¿Cuáles
     son y cuáles “deberían ser”, en tu opinión, los objetivos de la Educación?
- Creo
     que los objetivos de la educación deberían ser la transmisión de
     conocimientos académicos (y cómo aplicarlos) como de valores que ayuden a
     ser una mejor persona. Ambas cosas son necesarias para la formación de una
     persona y deberían ser enseñadas con igual grado de importancia. Por
     ejemplo, la educación secundaria (teóricamente) tiene como fin preparar a
     los alumnos para la siguiente etapa: la facultad, prepararlos para
     ingresar a un mundo completamente diferente a lo que estaban
     acostumbrados. Pero aunque uno tenga muy en claro cómo y cuándo aplicar el
     teorema de Pitágoras o sepa analizar perfectamente oraciones bimembres
     complejas, creo que eso por sí solo no alcanza. Además de transmitir
     conocimientos científicos, se debe enseñar a los alumnos a cómo ser
     mejores personas, para construir una sociedad mejor.
* Loreana
Pulichino (@lorepulichino) es estudiante
de la Escuela Agropecuaria de la UBA y actualmente está cursando su cuarto año. Le apasiona todo lo
relativo a la ciencia, así como a la
música y lo que más disfruta es estar con amigos.
 
Muy interesante Loreana. Quiero ser todo lo que vos decis! Saludos
ResponderEliminar