Una de las novedades de este 2013 es la publicación de entrevistas realizadas a docentes y a estudiantes, como insumos para la reflexión sobre nuestras prácticas y sobre los aprendizajes. Las respuestas de docentes y estudiantes, sujetos directamente involucrados en las prácticas sobre las cuales nos proponemos reflexionar en este Blog resultan fundamentales para profundizar el grado de análisis. Claro que podemos estar de acuerdo o no, claro que podemos disentir con determinadas apreciaciones y reconocer en las respuestas (y en las preguntas) posicionamientos pedagógicos e ideológicos compartidos o no pero de cualquier manera, los relatos en primera persona son siempre insumos de gran valor para construir y (re)pensar nuestros propios posicionamientos. En este caso es un placer publicar la entrevista que gentilmente respondió Carla Veloso*.
En su primera reflexión, Carla, revela la centralidad que tiene, para ella, el rol del docente y la responsabilidad que l@s docentes tenemos por la enorme capacidad de decisión que, a priori, tenemos, más allá de que podamos luego socializarla. También hace referencia al poder “formativo” o (trans)formador del sujeto, que tiene (o debería tener) la Educación.
- Carla, ¿Cuáles son tus objetivos/propósitos/expectativas de logros cuando comenzás una cursada?
- Cuando comienzo una cursada, tengo más que nada expectativas a cerca del docente. Ya que éste es el responsable de dar las clases y hacerlas más o menos dinámicas. Los temas que hay que abarcar obligatoriamente son específicos, pero depende de él cómo llevar a cabo la clase. La Educación hoy tiene fines disciplinarios, cuando, en mi opinión, los fines deberían ser de carácter formativo del sujeto. De esta forma generar una igualdad en el desarrollo social y humano mediante la formación de un capital cultural donde se brindan herramientas de conocimiento.
A la hora de pensar en las características de l@s docentes, Carla no sólo nos recuerda la importancia de trabajar las herramientas y las estrategias que hacen al “aprender a aprender”, sino que trae una idea que han trabajado varios autores (como Daniel Prietto Castillo): la idea de que docentes y estudiantes somos coprotagonistas de la acción de dar sentido al mundo que habitamos para transformarlo, construyendo cotidianamente saberes y prácticas “desde la comunicación”.
- Carla, ¿Qué características creés que debería tener un docente para ser mejor como facilitador de los aprendizajes de l@s estudiantes?
- Creo que el profesor debe tener no solo una muy buena oratoria, sino que una capacidad para comunicarse y hacerse entender claramente. Creo que un docente debe formar al alumno no solo en su materia, sino ayudarlo a crear una metodología de estudio. Armar al alumno de herramientas para que puedan encontrar su propia forma de estudiar. Una estrategia que creo que facilitó mis aprendizajes, en reiteradas situaciones, fue la de dejar de lado el papel tradicional e impuesto de ser el docente, y provocar así una cercanía al estudiante, darle un lugar de expresión.
- Si tuvieras que recomendarle a l@s docentes un libro, una canción o una película que considerás “relevante” para mejorar la práctica docente, ¿qué libro, canción o película nos recomendarías y por qué?
- Recomendaría “Los niños del Cielo”, de Majid Majidi. Las películas que están bien logradas siempre tienen mucho por transmitir. No siempre hay que ver películas que abarquen una temática particular como podría ser “La Educación” para poder reflexionar a partir del ella a cerca del tema.
Como buena estudiante de arquitectura, Carla, reflexiona sobre un hecho para nada menor de nuestras prácticas docentes: el aula. Un espacio tan naturalizado y (lamentablemente) tan poco cuestionado, que debe necesariamente ser repensado en sintonía con los cambios y las mejoras que hagamos en las estrategias de enseñanza y en los procesos de aprendizaje de nuestr@s estudiantes, porque el espacio nos condiciona y debemos transformar el “espacio aúlico” en un lugar de aprendizaje.
- Si tuvieras que hacer una propuesta de cambio concreto que pudiera aumentar el compromiso, la motivación y la participación tuya y de tus compañer@s, ¿qué propondrías y por qué?
- Con respecto a mi experiencia, creo que la organización de los bancos en la clase tiene mucha influencia en los alumnos. También el espacio áulico tiene impacto en el alumno, cuando se piensa en la flexibilidad, movilidad, etc.
Para terminar, le pedimos a Carla que relate un episodio significativo de su experiencia como estudiante en relación a algún docente o a alguna práctica docente en particular y, no por casualidad, eligió un hecho lúdico, que implicó “pensar” e “imaginar” y que, tal vez justamente por eso, logró entusiasmar y motivar a l@s estudiantes.
- Instantáneamente recordé un juego que había hecho mi profesora de Biología, donde nos juntábamos en grupo y teníamos que buscar diferentes características y diferencias de distintos tipos de plantas (que ella nos había dado fotos), y pensar el “para qué” de éstas. Recuerdo que nos incentivó mucho a pensar y a imaginar razones para los usos de dichas características. Y escuchar las ideas (algunas muy descabelladas) de nuestros compañeros. Elegí contar este episodio porque recuerdo que todos mis compañeros estaban entusiasmados imaginando posibles respuestas. Dos características que entorpecen, a mí criterio, el aprendizaje y la motivación del alumno son la falta de compromiso del docente con el grupo de alumnos y con su propia materia. Ser docente no es únicamente cumplir con un programa de estudio, sino poder transmitirlo a los alumnos. Eso no significa que a todos los alumnos les tenga que gustarla materia, pero sí que puedan comprenderla.
* Carla Veloso es estudiante de Arquitectura en la FADU (Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo). Es ayudante en la Universidad de Buenos Aires y se desempeña como voluntaria en el Área de Apoyo Escolar y Acompañamiento Educativo del Programa Integral de Acción Comunitaria en Barrios Vulnerables (PIACBV) de la Secretaría de Extensión de la UBA.
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