En este nuevo año escolar/académico en el
que esperamos seguir reflexionando, seguir discutiendo y seguir (trans)formándonos como docentes
(cada vez) más facilitadores de aprendizajes (cada vez) más significativos en
nuestres estudiantes (cada vez) más autónomes; tendremos una entrada nueva el último Martes de cada mes y, para no
aburrirnos entre una y otra, nos
invitamos a (re)leer, cada día, una de las
entradas publicadas los años anteriores. Para quienes no las leyeron, éstas
podrán ser un (nuevo) disparador para la reflexión y el análisis y para quienes
sí, es probable que las (re)pensemos desde otro lugar y nos inviten a,
(nuevamente) pero de otra manera, reflexionar sobre nuestras prácticas y los
aprendizajes.
La siguiente entrada fue publicada el Martes 10 de Noviembre de 2015:
En sus primeras reflexiones, Mati empieza a caracterizar el rol docente y pone especial interés en la cuestión de la Educación en valores. También diferencia entre un “profesor bueno” y un “buen profesor” y reflexiona sobre la diferencia de aprobar a l@s estudiantes para ganarse su simpatía y ayudarl@s en su (trans)formación para que aprendan y aprueben.
· Mati, ¿Qué es para vos “ser docente”?
· Ser docente, no solo es tener mucho conocimiento o saber de un tema específico, sino que también es saber transmitirlo, saber acompañar al alumno, cubrir sus necesidades educativas, ayudarlo a progresar y comprender muchos conceptos nuevos para él y lo más importante transmitirle valores desde su enseñanza que son las cosas que duraran en su cabeza ya que la información va y viene.
· ¿Qué características creés que debería tener un docente para ser mejor como facilitador de los aprendizajes?
· La principal me parece es ser “buena onda” pero no en el sentido de que te apruebe y listo o que no mande tarea. Buena onda refiriéndome a explicar con el fin de enseñar y transmitir conocimientos con el fin de que los alumnos entiendan y sigan la clase haciéndola así más llevadera e incluso entretenida. La segunda y también importante es transmitir valores, porque son los que quedan en cada persona y no es información que vas a un libro y lo lees, va más allá de eso, son cosas que aprendes y te sirven en la vida para ser mejor persona y superarte. También el hecho de no ser un profesor bueno sino un buen profesor que te remarque los errores, que te critique, siempre de buena manera, las cosas en que te equivocas porque con los errores uno aprende y mucho más que haciendo las cosas “siempre” bien. Lo malo o poco beneficioso para la relación docente/alumno es que debido a como se evalúa un profesor es bueno o no si te aprueba y listo, aprender en muchos de estos casos queda de lado, cosa que también afecta al aprendizaje
A la hora de pensar en los objetivos y las expectativas que tiene al comenzar una cursada, Mati recalca lo importante que es disfrutar las clases, no padecerlas, aprender nuevos conocimientos y lograr que ese aprendizaje nos sea placentero porque cuando un@ se divierte y disfruta el momento y es espacio de aprendizaje, se aprende más y mejor.
· ¿Cuáles son tus objetivos/propósitos/expectativas de logros cuando comenzás una cursada?
· Creo que lo principal es disfrutar el tiempo y no padecerlo ya que cuando uno disfruta las cosas, le presta más atención y las disfruta más. Además de eso está el aprender nuevos conocimientos, conocer nuevas personas (tanto profesores como compañeros) y la expectativa siempre es que la materia más allá de los conceptos que aprendas te termine gustando y le saques el mayor provecho posible para el aprendizaje.
· Si tuvieras que recomendarle a l@s docentes un libro, una canción o una película que considerás “relevante” para mejorar la práctica docente, ¿qué libro, canción o película nos recomendarías y por qué?
· “El Club de los Poetas Muertos”, ya que es una película en donde hay mucha interacción entre el nuevo docente y los alumnos para que estos últimos logren cumplir sus sueños. Además de ser lo opuesto a las estrictas reglas académicas de ese centro escolar.
Cerrando la entrevista, Mati nos invita a reflexionar sobre la posibilidad de sacar las clases afuera de aula, de pensar actividades que motiven a l@s estudiantes, de proponer alternativas para que elijan (democratizando la toma de decisiones sobre lo que hacemos en las clases), de aprender de (y con) l@s estudiantes y nos cuenta una experiencia personal que le resultó significativa, en tanto colaboró con su (trans)formación más allá de lo disciplinar.
· Si tuvieras que hacer una propuesta de cambio concreto que pudiera aumentar el compromiso, la motivación y la participación tuya y de tus compañer@s, ¿qué propondrías y por qué?
· Propondría que no todas las clases sean en las aulas, aunque está limitando esto el número de estudiantes, pero me parece una buena idea para cambiar de ámbito porque quizá es una clase más entretenida, más dinámica, con mayor experimentación y puesta en común. Además que las actividades no sean impuestas SIEMPRE sino a veces proponer que le gustaría más al curso, en síntesis en mi opinión el compromiso, la motivación y la participación aumentan muchísimo cuando se establece una relación alumno/docente donde los dos aprenden del otro y cumplen su función (el alumno aprender y el docente enseñar) complementándose y obteniendo así un beneficio mutuo.
· ¿Podrías relatar un episodio significativo de tu experiencia como estudiante en relación a algún docente o a alguna práctica docente en particular?
· El segundo día de 4to año tuve mi primera clase de bioquímica. Las primeras clases nunca eran muy divertidas para mí porque había que presentarse, cosa que me cuesta siempre por ser tartamudo. Pero esa clase además de presentarnos, tuvimos que hacer una actividad que me voy a acordar siempre y fue escribir en un papel (sin mostrarle a nadie) lo que cada uno pensaba de cómo los demás lo veían. En ese momento creo que complete todo el papel con boludeses que yo tenía en mi cabeza que según yo “pensaban de mi”. Cuando terminamos el profesor hizo referencia a Sartre en su libro “El existencialismo es un humanismo” que hacía referencia a que nadie nos ve como nos imaginamos y por eso, nos pidió que rompamos ese papel y lo tiremos a la basura. Desde eso momento aprendí un gran valor y fue no ser prejuicioso conmigo mismo sino solamente aceptar a la gente que me acepte como soy.
* Matías Heredia (@MatiiHere) es estudiante en la Escuela Agropecuaria de la FCV de la UBA. Tiene 17 años. Es muy hincha de Racing. Le gusta viajar, jugar al fútbol y conocer personas.
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