martes, 28 de mayo de 2019

Oportunidades para desarmar nuestras biografías escolares transformando nuestras prácticas docentes y respetando la heterogeneidad para ir al encuentro con la humanidad del Otro. “Los 5 libros para tu (trans)formación” de Mariana Ferrarelli.


En este 2019, el Blog #AsíFuimosAprendiendo incorpora una nueva “sección” en la que referentes del campo educativo, docentes y estudiantes nos invitan a leer 5 libros que les (trans)formaron, les conmovieron, les ayudaron a repensar sus prácticas o que, por algún motivo, creen que estaría bueno que otres docentes (y otres estudiantes) preocupades por “la Educación” y los aprendizajes, los leamos.
En esta entrada es un placer publicar “los 5 libros para tu (trans)formación” de Mariana Ferrarelli *.

        
Me gusta pensar en los libros como una oportunidad para pensar con otros, para meternos en la cabeza y en los pensamientos del que escribe y encontrar ideas que no se me ocurrieron o no sé cómo poner en palabras. Los textos siempre funcionan como una puerta de entrada a un mundo infinito de preguntas, movimientos, búsquedas. Creo que la lectura es un motor creativo muy potente que permite transitar caminos a los que no llegaríamos por otros medios. No somos la misma persona antes que después de leer un libro… al leer se produce necesariamente una transformación y ya no hay vuelta atrás. Por supuesto que en algunos casos esa transformación es más profunda y radical que en otros, pero trato de que haya algún aspecto de lo que leo que me permita hacerme preguntas sobre mi propia práctica o sobre las ideas que subyacen a mis actividades en diversos ámbitos. Para quienes trabajamos en educación esta búsqueda permanente por el sentido de lo que hacemos se enriquece cotidianamente a partir de la construcción dialógica y la tarea compartida con colegas y alumnxs. Hay una dimensión política del ser docente que inevitablemente nos pide decisiones y nos llama a la acción. Aquí es donde algunas lecturas pueden operar no sólo como disparadores de ideas sino también como inspiración para impulsarnos hacia el trabajo con otros, un movimiento para acompañar y ser acompañadxs en la tarea cotidiana, un saber-hacer de artesanxs que se recrea en las palabras y en los hechos.



“La evaluación como oportunidad”, de Rebeca Anijovich y Graciela Cappelletti (2017).
Se trata de un libro profundamente inspirador escrito de manera clara y muy ameno para leer. En él, tanto Rebeca Anijovich como Graciela Cappelletti nos instan a repensar el lugar de la evaluación en cualquier nivel educativo en el que trabajemos. Me interesa particularmente la idea de oportunidad con que las autoras nos invitan a repensar la evaluación: oportunidad para que lxs alumnxs demuestren comprensión de maneras diversas y cercanas a sus modos de construir conocimiento; pero también oportunidad para que lxs docentes nos animemos a transitar caminos diferentes de los que circulamos en nuestra propia biografía escolar. Aquí el desafío (¡y la oportunidad!) consiste en desmenuzar y desandar la impronta que nos deja nuestra escolaridad, para ser otrxs junto a nuestrxs alumnxs, y dejarnos moldear por la experiencia colectiva junto con ellxs y lxs colegas que quieran sumarse. Todo esto por supuesto en el marco de una enseñanza que busca la equidad y el respeto por la heterogeneidad constitutiva de las personas. En contraste con otras corrientes de trabajo con diversidad que buscan incluir para uniformizar, las autoras proponen un tipo de enseñanza diferenciadora (más que diferenciada) que incluye para diversificar, para aprovechar pedagógicamente las diferencias entre los sujetos; por eso la evaluación es contemplada como oportunidad para todos y todas, docentes y alumnxs. 

“El paréntesis de Gutenberg”, de Alejandro Piscitelli (2010).
Este es un libro corto que ya tiene unos años pero cuyo profundo análisis de la cultura digital tanto dentro como fuera de la escuela sigue vigente. Alejandro Piscitelli nos lleva por los debates más actuales sobre el rol de la escuela y lxs maestrxs en un mundo que ha dejado de creer en los libros y en la autoridad del mundo letrado. Con la cultura digital volvemos a la polifonía y la lógica colectiva de la cultura oral; al igual que en la era preimpresa, nuevamente es válido reapropiarnos de textos ajenos, transformarlos y compartirlos con otros para que la rueda de variaciones y remezclas siga girando. Piscitelli nos recuerda que con los medios masivos mirábamos y escuchábamos, pero ahora con los medios post-masivos participamos, o al menos existen canales para hacerlo. La tesis del Paréntesis de Gutenberg fue formulada originalmente en la Universidad de Dinamarca del Sur, pero Piscitelli le da una vuelta de tuerca al conectarla con las prácticas sociales del momento actual y creo que su planteo es en extremo relevante porque como educadores no podemos estar ajenxs a los modos en que nuestrxs alumnxs se vinculan y aprenden en la cultura digital.
 
“rEDUvolution. Hacer la revolución en la educación”, de María Acaso (2013).
Creo que este libro es la versión educativa de “Destroza este diario”, de Keri Smith. En él María Acaso nos propone una serie de pasos y movimientos que nos permiten corrernos del modelo educativo clásico. La revolución en realidad es silenciosa y ocurre cuando las prácticas transformadoras se adhieren a los microsespacios en donde lxs docentes ejercemos nuestra tarea. Para Acaso la verdadera emancipación de lxs alumnxs ocurre cuando los docentes renunciamos al modelo transmisivo tradicional pero para eso primero hay que rastrearlo en nuestra biografía y desarmarlo, desactivarlo. Cada capítulo es una invitación para repensar nuestro lugar en el aula y recordar que aprender no es lo mismo que estudiar, que podemos dar clase ‘con la boca cerrada’, desde un lugar periférico, y que la evaluación, más que herramienta de medición, debe ser un medio para que el aprendizaje suceda.

“El año del desierto”, de Pedro Mairal (2005).
¿Qué pasaría si la gran ciudad que nos cobija comenzara a retroceder en el tiempo hasta convertirse de nuevo en el poblado vacío y precario que fue originalmente? ¿Cómo sobreviviríamos en un país devastado por la intemperie que pulveriza edificios, valores y vínculos sociales? El año del desierto nos ofrece un relato por momentos disparatado y por momentos trágico de la argentinidad en crisis permanente. A veces duele mucho ser argentinx. Además de un regalo muy preciado de mi colega y amiga Lucía De Gennaro, lo considero transformador porque frente al panorama de abandono que presenta y la extinción de las seguridades más básicas sigo creyendo que la educación es una herramienta esencial para mantener la esperanza, la chispa de que el mundo puede ser un poquito mejor a pesar de todo.

“Pedagogías de las diferencias”, de Carlos Skliar (2017).
Creo que Skliar además de pedagogo es un gran poeta y en este libro confluyen los dos talentos. Desde el interior mismo de la educación inclusiva se anima a desconfiar de las palabras y de las categorías con que se nombra lxs sujetxs y se hace referencia a los propósitos de la educación. Y nos hace una advertencia muy pertinente para quienes trabajamos dentro de enfoques inclusivos que consiste en tener cuidado con las trampas de la diferenciación para no prolongar las distancias que separan el “nosotros” del “ellos”. El principal riesgo de la inclusión es invisibilizar los conflictos y las tensiones que emergen en el escenario educativo y en el encuentro con la heterogeneidad. Por eso Skliar nos propone pensar en clave de alteridad, cuidado del otro, receptividad, atención y hospitalidad a fin de “generar espacios de libertad y de igualdad donde ir hacia el encuentro, escuchar, percibir, atender, permanecer y construir una formación acerca de lo común” (p. 46). Este libro es más bien un tratado sobre cómo ir al encuentro con la humanidad del otro, cómo sacarnos las máscaras que nos ponemos para habitar el sistema y acercarnos a colegas y alumnxs desde los afectos, desde la solidaridad, y compartiendo lo que somos realmente.

* Mariana Ferrarelli (@FerrarelliM) es licenciada en Ciencias de la Comunicación (UBA) y profesora de educación media. Se desempeña como facilitadora tecnológica en el colegio Barker y dicta cursos de formación docente en la Universidad de San Andrés y el Instituto Nacional de Formación Docente (INFoD).

1 comentario: