En esta primera parte de
este nuevo año
escolar/académico en el que esperamos seguir
reflexionando, seguir discutiendo
y seguir (trans)formándonos como
docentes (cada vez) más facilitadores de aprendizajes (cada vez) más
significativos en nuestr@s estudiantes (cada vez) más autónomos; nos invitamos a releer, cada día, una
de las entradas publicadas los años anteriores,
como forma de volver a “ponernos” en tema. Para l@s que no las leyeron, éstas
podrán ser un (nuevo) disparador para la reflexión y el análisis y para los que
sí, es probable que las (re)pensemos desde otro lugar y nos inviten a,
(nuevamente) pero de otra manera, reflexionar sobre nuestras prácticas y los
aprendizajes.
La siguiente entrada fue publicada el Martes 24 de Octubre de 2017:
En sus primeras reflexiones, Nechu nos invita a pensar el rol docente como el rol de alguien que se involucra, que acompaña, que transmite, que ayuda y que (fundamentalmente) inspira. En este sentido, espera que el docente sea simpático, accesible, paciente y tan apasionado que contagie su pasión.
- Nechu, ¿Qué es para vos “ser docente”?
- Para mi “ser docente” es involucrarse con los estudiantes para hacerlos crecer de alguna manera, acompañándolos en el continuo descubrimiento de cosas nuevas. Es animarse a plantarse en una clase llena de individuos completamente distintos, y tomar el desafío de encontrar la manera de transmitir eficazmente el interés por algo. Es ayudar a cada alumno para que este logre conseguir las herramientas que quiere, necesita y merece. Es inspirar a los mismos para que se superen más allá de los contenidos de la materia.
- ¿Qué características creés que debería tener un docente para ser mejor como facilitador de los aprendizajes de l@s estudiantes?
- Me voy a enfocar en las características personales del docente, ya que estoy convencida de que todos los docentes tienen una excelente formación como para haber llegado a ocupar ese puesto (aún más en una universidad como la UBA). Antes que nada, me resulta importantísima la simpatía del docente, que no sea “malo”. Cuando yo como alumna veo al docente como alguien intimidante y poco accesible, lo más seguro es que no me acerque al mismo para evacuar mis dudas e inquietudes. Es así como termino sin entender ciertas cosas, o me limito tan solo a lo que está en la bibliografía. Además, a esto se le suma que muchas veces cuando leo la bibliografía no entiendo bien del todo la manera en que se explica cierto tema, dejando así “baches” en el contenido de la materia. También es importante la paciencia y la empatía del docente, las cuales para mi van de la mano. Empatía para comprender que no todos tenemos los mismo ritmos y tiempos disponibles para estudiar, y paciencia para saber explicarnos una y ooootra vez de distintas maneras cuando no logramos entender algo. Por último, para mí lo más importante es que el docente sea un apasionado de la enseñanza. No sirve de mucho cuando una persona se para en frente de la clase con una infinidad de conocimientos sobre la materia sin saber cómo transmitírnosla a nosotros. En cambio, es muy distinto cuando sentimos que el docente a cargo esta tan interesado en que aprendamos como lo estamos nosotros. Es por esto que disfruto plenamente del docente que sabe explicar de distintas maneras hasta el hartazgo un tema cuando no lo entendemos, el que genera debates entre nosotros, el que nos hace cuestionar los contenidos de la materia y lo que él dice y el que nos incita a ver el mundo de otra forma a través de la aplicación de los conocimientos vistos en clase.
A la hora de relatar los objetivos que se pone cuando comienza una cursada, Nechu cuenta cómo se modificó esto a lo largo de su carrera, qué espera hoy cada vez que inicia una cursada y cómo influyen l@s docentes que “le tocan” en la manera en que desarrolla, con sus compañer@s, las estrategias para cumplir sus objetivos.
- ¿Cuáles son tus objetivos cuando comenzás una cursada?
- Cuando empecé la carrera, mi primer objetivo era aprobar la cursada. Tal como el nombre “carrera” indica, nos queremos apurar para tratar de terminar lo antes posible, y más todavía cuando sabemos que nos quedan varios años por delante. Sin embargo, a medida que fui avanzando, empecé a tomar cada inicio de cursada como un desafío, como una oportunidad nueva para ponerme a prueba y superarme. Por momentos me siento como una nena de nuevo, que está jugando un juego muy difícil al que le querés ganar (aunque en realidad estoy como tratando de actualizarme a una versión de mí misma más nueva y piola). Y ni hablar de lo divertido que se vuelve cuando ese juego lo jugas en grupo, formando un equipo “en contra” de la materia a aprobar. Ahora, cuando empiezo una cursada, espero que al finalizar la misma yo haya crecido. Con crecer me refiero a renovar y ampliar mi percepción de la vida, descubriendo que ahora se nuevos conceptos que me hacen entender a su vez muchas otras cosas (básicamente, haber conseguido instalar la nueva actualización). A su vez, al rato de arrancar la cursada, nosotros los alumnos nos damos cuenta si el docente a cargo nos va a facilitar el aprendizaje o si nos lo va a complicar. Estos últimos son, en mi opinión, los que se nota que saben un montón, pero no logran encontrar una buena manera de transmitir todo ese conocimiento. Cuando nos toca este tipo de docente, no queda más opción que ponerle mucha más garra a la materia para aprobarla, y confiar en uno mismo y en la ayuda de los compañeros para lograr esto.
Cerrando la entrevista, Nechu vuelve sobre la importancia de la “actitud” del docente (y de la manera en que se vincula con sus estudiantes) y del trabajo en equipo, como una instancia de intercambio entre pares que no sólo mejora la relación entre l@s estudiantes sino que favorece enormemente los aprendizajes y sirve como una verdadera “red de contención”.
- Si tuvieras que hacer una propuesta de cambio concreto que pudiera aumentar el compromiso y la participación tuya y de tus compañer@s, ¿ qué propondrías y por qué?
- Primero, como dije antes, reconsiderar la postura formal que toman algunos docentes. La relación docente/alumno debería ir en ambos sentidos, donde el docente logre adoptar una actitud receptiva para escuchar a su clase, y no tan solo esperar que la clase lo escuche a él. Además, también a veces esta bueno (dependiendo de la materia), impulsar el trabajo en equipo y el intercambio de ideas entre compañeros. De esta manera se logra mejorar la relación entre los alumnos, fortaleciendo vínculos que pueden brindar muchísima riqueza dentro y fuera de la clase. En mi caso particular, Veterinaria es una carrera muuuuuuy larga y (aunque arranque hace poco) por momentos nos podemos sentir ahogados y desanimados entre tanto contenido académico. Cuando se tiene un grupo de estudio con compañeros (los cuales son potenciales amigos) las materias se vuelven menos abrumadoras, y todos nos sentimos más acompañados ya que empujamos para el mismo lado. Se termina armando una “red de seguridad” donde nos ayudamos entre todos para poder seguir adelante..
- ¿Cuáles son y cuáles “deberían ser”, en tu opinión, los objetivos de la Educación?
- La educación debería ser la impulsora y disparadora de nuestra conciencia. Una conciencia que esté en continuo crecimiento cada día y consiente del infinito tamaño que puede alcanzar. La educación debe ser la base para poder ver el mundo en el que vivimos con perspectiva, y debe llevarnos hacia las herramientas necesarias para poder solucionar los problemas del día a día. Más importante aún, la educación no debe adoctrinarnos, sino nutrir nuestras individualidades para impulsarnos a crecer como seres pensantes. A su vez, nosotros como seres pensantes sentiremos la responsabilidad en carne propia de garantizar que todo aquel que nos rodea (o no) reciba la educación que se merece. Es así como debería formarse un círculo sin fin que dé como resultado una sociedad de personas libres. Libertad de poder elegir a conciencia entre un espectro amplio o hasta infinito de posibilidades. La educación debe ser la herramienta que nos permita mirar adentro de uno mismo, para así luego poder hallar nuestra vocación y la forma de contribuir para que todos puedan tener las mismas posibilidades que tuvimos nosotros y llevar a cabo su propia introspección.
* Inés Kasparas (@nechuka) es egresada de una secundaria más que chiquita, es estudiante de Veterinaria en la Universidad de Buenos Aires. Acostumbrada a ser Nechu en vez de Ine, disfruta de mirar el día a día con humor, leer libros que sabe que seguramente no va a terminar, dibujar por épocas y lograr concretar viajes que imaginó previamente mientras iba juntando peso a peso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario