En esta primera parte de este nuevo año escolar/académico en el que esperamos seguir reflexionando, seguir discutiendo y seguir (trans)formándonos como docentes (cada vez) más facilitadores de aprendizajes (cada vez) más significativos en nuestr@s estudiantes (cada vez) más autónomos; nos invitamos a releer, cada día, una de las entradas publicadas los años anteriores, como forma de volver a “ponernos” en tema. Para l@s que no las leyeron, éstas podrán ser un (nuevo) disparador para la reflexión y el análisis y para los que sí, es probable que las (re)pensemos desde otro lugar y nos inviten a, (nuevamente) pero de otra manera, reflexionar sobre nuestras prácticas y los aprendizajes.
La siguiente entrada fue publicada el Martes 13 de Agosto de 2013:
Desde el inicio, Flor deja en claro que si bien cree en la idea de que “tod@s sabemos algo, tod@s ignoramos algo y tod@s aprendemos”, nosotr@s (l@s docentes) tenemos una responsabilidad para con los aprendizajes de nuestr@s estudiantes. Y para cumplir con nuestra tarea debemos tener, como dice Flor, una fuerte identificación con el rol social del docente.
·Flor, ¿Qué es, para vos, “ser docente”?
·Ser docente es ser un facilitador del aprendizaje. Todos aprendemos, todos enseñamos, todos todo, puede ser. Pero ser docente, reconocerse docente, significa que hay una profunda identificación con el rol, una identidad personal definida desde el rol social del docente. Alguna vez trabajé de maestra de inglés en escuelas públicas, pero no me consideraba docente de esa materia. Aunque mucho esfuerzo y compromiso le ponía a la tarea, era una ocupación, no mi identidad. Durante años di clases de apoyo escolar, hace un tiempo que dejé de hacerlo para colaborar en la coordinación del área del Programa del que soy parte actualmente, pero mi compromiso, la dedicación y mi identidad están definidas desde y por el trabajo en educación y desde ser un facilitador del aprendizaje (de los voluntarios, de los chicos, del equipo, de actores de la comunidad).
·Si tuvieras que hacer una propuesta de cambio concreto que pudiera aumentar el compromiso, la motivación y la participación de l@s estudiantes, ¿qué propondrías y por qué?
·Los docentes deberían tener el derecho de trabajar en dupla pedagógica. No hay nada más rico que la reflexión, la discusión, la contrastación y el trabajo en equipo. Y no hablo de un auxiliar que asista, ni de dos maestros que justo tengan el mismo grado, ni dos profesores que den la misma materia para distintas divisiones, ni dos profesores universitarios que estén en la misma cátedra solamente. Hablo de un único trabajo, con los mismos estudiantes, en el mismo momento. Hablo de ser dos, o más, y enriquecer las clases con doble cabeza pensándolas y poder prestar la atención individual que los estudiantes necesitan, de acuerdo a sus requerimientos. Y cuando estos docentes encuentren el disfrute de trabajar junto a un par, y encontrarse contenidos, protegidos, estimulados e interpelados, entonces sabrán que es más lo que se gana que lo que se pierde y el terreno para el trabajo interdisciplinario, entre distintas materias, entre distintas áreas y entre distintos espacios de la comunidad va a ser más tangible. Llegaría a ser una realidad y una necesidad, y no un proyecto, una intención.
Esta es la parte en que se supone que hacemos una introducción a la siguiente respuesta pero en este caso preferimos, simplemente, decir que ojalá esta reflexión de Flor (sobre la consideración del “otr@”) les cause a l@s lectores tanta alegría, tanta emoción y tanta identificación como nos causó a nosotr@s. Agregar cualquier opinión sería inútil. Pasen y lean.
·¿Qué características creés que debería tener un docente para ser mejor como facilitador de los aprendizajes de l@s estudiantes?
·Un docente debería sentir un profundo respeto por sus estudiantes, colegas y superiores, como personas integrales que son. La consideración del otro como persona con derechos, aciertos y errores, flaquezas y fortalezas, una personalidad y una biografía complejas y particulares, nos permite desarrollar la relación pedagógica con mucha más tolerancia y más predispuestos a trabajar en colaboración. Si la premisa primera es una relación entre humanos iguales en roles distintos, se mantiene el respeto total e integral por la otra parte de la dupla de trabajo, pero no se diluyen los roles que cumplen entre sí y todo lo que estos roles distintos y diferenciados implican (uno tiene algunos conocimientos y el otro los está aprendiendo; uno guía y el otro acompaña).
Flor relata un estrategia que utilizó en una escuela de Mataderos para ejemplificar el tipo de prácticas que le resultan mejores a la hora de facilitar los aprendizajes en sus estudiantes. Al final de la respuesta, reflexiona sobre el hecho de que había “una necesidad de comunicarse” y “un otro que necesitaba entenderlos”, esta idea de traducirse y contratraducirse sobre la que escribimos bastante en este Blog y seguiremos escribiendo, ya que constituye la parte fundacional de los principios que intentamos que guíen nuestra tarea docente.
·¿Cuáles de tus propias prácticas, herramientas o estrategias resultan más exitosas como instrumentos facilitadores de los aprendizajes de tus estudiantes?
·Una de las actividades que mejor me resultaron con los chicos a quienes enseñaba inglés en el sexto grado de una escuela de Mataderos (y que ya era la tercera vez que volvían a aprender de memoria los pronombres personales, los colores y algunos adjetivos) fue llevar a la realidad el tradicional ejercicio de escribir una carta a un amigo imaginario. Los estudiantes le escribieron a estudiantes en una escuela en Australia que aprendían español como segundo idioma. Sacaron fotos de la escuela, filmaron videos, recopilaron temas musicales que ellos escuchaban, y recibieron lo mismo de parte de los estudiantes australianos. El trabajo más tradicional de escribir la carta con una fórmula predeterminada por un libro de texto, se transformó en buscar creativamente la forma de decir otras cosas, con ese modelo preestablecido; se corrigieron entre ellos; investigaron palabras y expresiones locales; se enfrentaron con el desafío de la traducción de las letras de las canciones y de lo que ellos querían comunicar. Fue el contacto físico, directo, carnal, con el papel, el diccionario, la necesidad de comunicarse y otro que necesitaba entenderlos, ya no un docente que necesitaba evaluarlos.
·Si tuvieras que recomendarle a otr@s docentes un libro, una canción o una película que considerás “relevante” para mejorar nuestra práctica docente, ¿qué libro, canción o película nos recomendarías y por qué?
·¡Foucault! Siempre Foucault. Muchos se habrán topado con “Vigilar y Castigar” (también esencial para un docente y para cuestionarnos cómo y por qué nuestro sistema escolar es como es y por qué la relación docente-estudiante también está cargada de tanta tensión y lucha de poder, disfrazada de defensa de los derechos de cada rol), pero creo que un ensayo algo más breve como es “Las palabras y las cosas: una arqueología de las ciencias humanas”, nos acerca a complejizar el discurso dominante en las ciencias y los cambios en lo pedagógico –como en todas las ciencias. Comprender el por qué y para qué de los cambios nos permite ser más permeables a estos. Los docentes necesitamos actualizarnos, adaptarnos, improvisar, crear. Cada estudiante es un la posibilidad de transformarnos y evolucionar.
En la última respuesta, Flor nos recuerda que nuestra tarea tiene que ver con la Vida, con la felicidad y con la libertad pero que esta tarea la desarrollamos dentro de un sistema (una “Matrix”) que debemos transformar y destruir “desde adentro” y entre tod@s.
·Flor, ¿Cuáles son y cuáles “deberían ser”, en tu opinión, los objetivos de la Educación?
·Adquirir las herramientas técnicas, conceptuales, emocionales y sociales que permitan a cada individuo desarrollarse como ser humano pleno junto a otros seres humanos. Claro que la educación formal, informal, intrafamiliar y autónoma tienen distintos alcances, reglas y responsabilidades para proveer estas herramientas. Todo esto es para buscar la plena felicidad y libertad del ser humano. Lo que no se alcanza salvo que este sistema sea destruido y reconstruido, reformado o transformado… Como sea que se llegue, pero un sistema diferente. Primero tenemos que estar todos dentro y bien afianzados, y siendo dueños del sistema, hacer de él lo que queremos que sea. La Educación , ahora, también es la forma de ingresar y sostenerte dentro del sistema, para adueñarte y luego cambiarlo.
* Florencia Ninet es estudiante de Ciencias de la Educación en la Universidad de Buenos Aires. Hace 11 años que se dedica al área de educación no formal, apoyo escolar en comunidades vulnerables y realiza proyectos de articulación con lo educativo en el área de Salud Mental Comunitaria. Actualmente es Coordinadora del Equipo de Apoyo Escolar y Acompañamiento Educativo del Programa Integral de Acción Comunitaria en Barrios Vulnerables (https://www.facebook.com/ApoyoEscolaryAcompanamientoEducativo?ref=hl) y Coordinadora del Sistema de Tutorías Universitarios por más Universitarios para estudiantes de nivel secundario y la promoción de estudios superiores; ambos programas son parte de la Secretaría de Extensión de la Universidad de Buenos Aires.
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