En esta primera parte de este nuevo año escolar/académico en el que esperamos seguir reflexionando, seguir discutiendo y seguir (trans)formándonos como docentes (cada vez) más facilitadores de aprendizajes (cada vez) más significativos en nuestr@s estudiantes (cada vez) más autónomos; nos invitamos a releer, cada día, una de las entradas publicadas los años anteriores, como forma de volver a “ponernos” en tema. Para l@s que no las leyeron, éstas podrán ser un (nuevo) disparador para la reflexión y el análisis y para los que sí, es probable que las (re)pensemos desde otro lugar y nos inviten a, (nuevamente) pero de otra manera, reflexionar sobre nuestras prácticas y los aprendizajes.
La siguiente entrada fue publicada el Martes 23 de Julio de 2013:
En su primera reflexión, Lu, arranca con palabras de una gran significación como “responsabilidad”, “paciencia”, “dedicación” y, fundamentalmente, con algo sin lo cual todo lo demás se relativiza mucho: la“pasión”. También propone volver a pensar(nos) desde las experiencias, recuperando el valor de lo vivencial (las experiencias de docentes y estudiantes) como disparador para los nuevos aprendizajes.
- Lu, ¿Qué es para vos “ser docente”?
- Ser docente conlleva una gran responsabilidad para mí, y sobre todo paciencia y dedicación. Es una persona que te transmite sus conocimientos y te enseña día a día algo nuevo, tanto en lo que respecta a la materia que da como sus experiencias como persona. De cierta manera te transmite su pasión (en caso de que la tenga) por eso que enseña.
A la hora de pensar en las características que hacen a los docentes “facilitadores” de aprendizajes significativos, Lucía prioriza la disposición, el ser accesible y la convicción, como motores para motivar a l@s estudiantes a tener “ganas de aprender más y más”.
- ¿Qué características creés que debería tener un docente para ser mejor como facilitador de los aprendizajes de l@s estudiantes?
- Un docente debería estar a disposición de los alumnos, explicarles cuantas veces sea necesario hasta que entienda, ser accesible a cambios de fechas de entrega de trabajos o evaluaciones. Sobre todas las cosas me parece importantísimo que tenga convicción por lo que hace y que pueda transmitirnos esa convicción que hace que a uno le den ganas de aprender más y más de su materia.
- Si tuvieras que recomendarle a l@s docentes un libro, una canción o una película que considerás “relevante” para mejorar la práctica docente, ¿qué libro, canción o película nos recomendarías y por qué?
- Una película que recomendaría es "El corista". Muestra muchos distintos tipos de docentes en un internado en Francia y cómo cada uno tiene distintas maneras de enseñar y sobre todo el trato que tienen con los chicos. Me parece interesante para pensar un poco sobre la convicción que puede tener una persona por algo a tal punto de cambiarle la vida a unos alumnos y no sólo motivarlos para que aprendan su materia sino también para que sean mejores personas.
Para terminar, le pedimos a Lu que relate un episodio significativo de su experiencia como estudiante en relación a algún docente o a alguna práctica docente en particular y, no por casualidad, eligió un hecho que vuelve sobre la actitud del docente y la relevancia que ésta tiene en la conformación y en la (trans)formación de nuestr@s estudiantes. En varios textos anteriores profundizamos la idea de la construcción del vínculo docente/estudiante y Lucía vuelve sobre esto para recordarnos que, en definitiva, la posición (y la actitud) que tomamos nosotr@s, como docentes, presupone un lugar que le damos al estudiante, como otr@, y esa presuposición y ese posicionamiento nunca es neutral.
- En tercer año estábamos en la primera clase de informática del año. El docente nos tomó una evaluación escrita (raro para una materia donde se usa la computadora) para ver qué nos acordábamos del año pasado. Muchos hacían preguntas repetitivas a veces acerca de algún ejercicio, lo cual al profesor no le gustaba. En medio de estar pensando qué iba a escribir en un ejercicio dije pensando en voz alta "no sé que poner". El docente comenzó a gritarme y tratarme de mala manera diciendo que estaba cansado de que siempre preguntara cosas. No me esperaba eso y la verdad que el mal trato que recibí me dejó muy mal y me angustió tanto que contuve las lagrimas para que no me dijera nada más. No sólo me daba bronca que me haya "culpado" por algo que no hice, sino que no tenía ninguna razón para hablarme y tratarme así. Elegí contar este episodio porque hay muchos docentes que no le ponen dedicación a su materia y no tienen paciencia para chicos de secundaria en este caso. Creo que muchos se sienten superiores en cuanto a poder tratarnos y hablarnos como quieren.
* Lucía Toledo es estudiante de la Escuela Agropecuaria de la UBA y se encuentra en cuarto año de la secundaria. Desde chica que quiere estudiar Veterinaria y tiene pensado estudiar en un futuro esa carrera en la UBA.
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